El novenario a la Fuencisla pone de manifiesto la imperecedera devoción que los segovianos tienen a su patrona, con las miles de personas que diariamente asisten a los actos religiosos en su honor. Esta devoción cristaliza en los últimos días en la tradicional ofrenda de frutos de la tierra a la virgen, que ayer volvió a convocar a los segovianos para hacer tangible su devoción en forma de productos que irán a parar a las asociaciones y colectivos que atienden a personas desfavorecidas en la capital.
Como en años anteriores, el Azoguejo fue el punto de encuentro de las asociaciones y grupos que participaron en la ofrenda, donde la indumentaria tradicional segoviana se hizo presente en el particular cortejo que recorrió la Calle Real a los sones de la dulzaina y el tamboril. Los estandartes de las asociaciones de aguederas, grupos folclóricos y otras asociaciones mostraban sus lugares de procedencia, algunos de ellos tan lejanos como los amigos del Centro Segoviano en Guadalajara, que envió una delegación para participar en esta ofrenda.
En la Plaza Mayor, la alcaldesa Clara Luquero, junto a varios ediles del equipo de Gobierno y del PP y acompañada por el presidente de la Real Cofradía de La Fuencisla Julio Borreguero se incorporaron a la comitiva para entrar a la Catedral, donde a la entrada del presbiterio fueron recibidos por el Deán José Antonio Velasco y el vicepresidente y prefecto de liturgia Ángel García Rivilla.
Julio Borreguero realizó la introducción de la ofrenda para pedir a la virgen amparo para proteger a los segovianos «cuando menos lo merezcamos, porque es cuando más te necesitamos», y evocó la figura de Anastasio Gil, director de Obras Misionales Pontificias, fallecido este año y que en 2015 fue elegido para realizar la ofrenda a la virgen.
Posteriormente tomó la palabra el delegado del diario ‘El Norte de Castilla’ en Segovia Jaime Rojas, elegido para realizar la ofrenda este año, que pidió ante la patrona un esfuerzo de «generosidad» para la sociedad a la hora de pensar en los demás, y destacó el «corazón entregado» de los segovianos hacia su patrona.
El canto de la Salve a cargo del Cuadro Lírico ‘Julián Gayarre’ y las jotas del grupo de danzas ‘La Esteva’ fueron las ofrendas inmateriales que pusieron el brillante contrapunto a un acto cargado de emoción y solidaridad hacia los demás.
