Mozoncillo descorchó la temporada taurina en la provincia de Segovia con un entretenido festival en el que sobresalieron la torería del diestro burgalés Roberto Martín ‘Jarocho’, premiada con dos orejas, y la variedad y las ganas del novillero segoviano Jorge Oliva, con los máximos trofeos. Dos jóvenes con conceptos diferentes para tener en cuenta. El festejo contabilizó un total de ocho orejas y un rabo. Dos fueron para el rejoneador Andy Cartagena, una para el segoviano Emilio de Frutos y otra para el valenciano Roman. No puntuó Rafael Rubio ‘Rafaelillo’, pero todos ellos dispensaron su punto de experiencia en una tarde bastante completa. Se lidiaron novillos de El Tajo, uno de los hierros del torero José Miguel Arroyo ‘Joselito’ -que estuvo presente en la plaza piñonera-, de buen juego en su conjunto.

Abrió el festejo un ejemplar de la casa de El Capea, con el que Cartagena lució su cuadra en Mozoncillo, en una actuación que le sirvió para probar caballos y calibrar sensaciones de cara a la nueva temporada. Con elegancia y una medida monta, firmó una notable faena ante un astado que tuvo tranco y celo. El rejoneador cuidó la colocación de los rehiletes en los primeros trances y, ya con el novillo venido a menos, acortó distancias y clavó banderillas cortas y rosas en un variado trasteo, que finalizó de un efectivo rejonazo. Paseó la dos primeras orejas de la tarde.

Se gustó Rafaelillo con el primer novillo de El Tajo, un animal noble y repetidor. El murciano dibujó un toreo hondo por el lado derecho, que fue todo lo largo que permitieron sus brazos. Asentado de plantas, dejó remates con sentimiento, en un trasteo que terminó emborronando con el uso de los aceros.

Emilio de Frutos cumplió el primer compromiso de la temporada en la que suma 25 años de alternativa con conocimiento y solvencia ante un buen animal, de El Tajo, aunque algo pegajoso a la salida del muletazo. El segoviano quiso tener un gesto con Joselito al brindarle el novillo y dejó momentos importantes y de poso dentro una faena que fue reconocida con un trofeo.

Por su parte, Román puso en liza un toreo capaz y de mano bajo frente a un astado con calidad de Joselito. El valenciano se mostró muy dispuesto y calibró las embestidas del novillo en una actuación conjunta para pasear un apéndice.

Jarocho destiló torería desde el inicio. Relajado, sin prisas y cuidando el embroque. La inédita madurez de la juventud. El diestro de Huerta de Rey fue todo delicadeza ante un noble novillo, algo justo de fuerzas. Faena de corte clásico, en la que primó la naturalidad en sus formas, que fue reconocida con doble trofeo.

Cerró el festival Oliva, que fue un huracán. Variado, dispuesto y entregado. Todo con el denominador común del valor. Comenzó su actuación saludando a su antagonista con una larga cambiada que fue jaleada por el respetable y terminó de encandilar al público con un vistoso quite y arriesgados pares de banderillas. El segoviano, que brindó a Joselito, se mostró muy variado en todos los tercios y con la muleta mantuvo el interés para después cobrar media estocada y sumar un nuevo rabo a su carrera como novillero. Un cierre por todo lo alto.

Ficha
Plaza de toros de Mozoncillo. Festival sin picadores de primavera. Cerca de tres cuartos de entrada. Un novillo de El Capea (primero) y cinco de El Tajo, de buen juego en su conjunto.
El rejoneador Andy Cartagena, dos orejas.
Rafael Rubio ‘Rafaelillo’, palmas.
Emilio de Frutos, oreja.
Román, oreja.
Roberto Martín ‘Jarocho’, dos orejas.
El novillero Jorge Oliva, dos orejas y rabo.
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