La villa y su entorno se llenan de tradiciones en el Día del Pilar y otra de ellas es la suelta de bueyes desde los corrales del río Cega. Medio centenar de caballistas se dan cita en este simbólico lugar para abrir, por última vez este año, las puertas de los corrales.
A las 12.00 horas se soltó una manada de seis bueyes que los caballistas guiaron en un tranquilo paseo por los pinares. A mitad de camino, la parada es obligatoria para el almuerzo y disfrutar de esta agradable jornada festiva.
La Asociación Cuellarana Amigos del Caballo organiza cada año esta actividad que disfrutan jóvenes y niños en los alrededores de un lugar tan emblemático como los corrales.
Esta actividad comenzó con un minuto de silencio en honor a Fernando Verdugo, conocido en la localidad y alrededores como ‘Restri’, fallecido esta semana en un accidente de tráfico. Justo antes de la suelta se colocaron fotos suyas en las puertas de los corrales.
Tras el minuto de silencio, el público rompió a aplaudir en su memoria para después dar paso al alcalde de la villa, Carlos Fraile, que destacó que Verdugo estuvo unido al caballo “hasta el último momento de su vida». Fraile también quiso destacar que esta trashumancia sería en su recuerdo y en la de sus familiares que han pasado unos muy malos momentos.
Alrededor de medio centenar de caballistas acompañaron a la manada de bueyes que salieron de los corrales sobre las 12.00 horas, mientras que otras muchas personas les siguieron a pie o en coche.
La parada de los mansos la llevó a cabo José Luis Mayoral, que también estuvo presente en la suelta de las reses.
TRIGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA TRASHUMANCIA
Este año se celebraba el 30 aniversario de esta trashumancia y el recorrido varió siguiendo el que se lleva a cabo en el encierro de la localidad hasta ‘Las Máquinas’, donde se realizó la parada para que los caballistas pudieran almorzar.
Durante el recorrido se hicieron galopar a caballos y bueyes en dos lugares: primero en el recorrido entre pinares y después en la llegada a los corrales.
Las puerta de los corrales del Cega no se volverán a abrir hasta el próximo 25 de agosto de 2024, día en el que se celebrará el primer encierro de las fiestas de la villa.
La trashumancia es una fiesta popular que data del siglo XVI y Cuéllar lleva ya 30 años haciéndolo y son muchos los estudiosos los que se han parado a investigar y observar este pastoreo de mansos por los pinares y calles de la villa cuellarana.
