La nueva subvariante de ómicron, denominada ‘XE’, es una nueva mutación del coronavirus que se ha dado en diferentes puntos del mundo y que ya ha dejado 763 casos diagnosticados en Reino Unido, según las últimas estadísticas de la Agencia de Seguridad Sanitaria (UKHSA, en inglés) hasta el 22 de marzo. La mayor parte de esos contagios de XE se detectaron en el sur y sureste de Inglaterra, así como en Londres.
Ante esta sitación, los expertos tratan de establecer si es más contagiosa o provoca síntomas más graves que otras variantes. Los informes apuntan que es una recombinante de la cepa ómicron ‘original’ y la subvariante ómicron ‘silenciosa’ BA.2, conocida como ómicron ‘furtiva’. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la recombinante XE se detectó por primera vez en el Reino Unido el 19 de enero y esta semana expuso que la capacidad de transmisión es «un 10% mayor» que ómicron ‘silenciosa’, que ahora mismo es la más predominante en todo el mundo.
Hasta el momento, no hay evidencia en el Reino Unido que sugiera que las infecciones por ómicron XE provoquen síntomas más graves que las variantes anteriores del virus o si las vacunas responden bien a la hora de proteger el organismo. La asesora médica de la UKHSA Susan Hopkins indicó en un comunicado que, al igual que otros tipos, la mayoría de las variantes morirá «relativamente rápido».
«Esta recombinante en particular, XE, ha mostrado una tasa de crecimiento variable y aún no podemos confirmar si tiene una verdadera ventaja de crecimiento«, anadió Hopkins; y afirmó con cautela que «hasta ahora no hay pruebas suficientes para sacar conclusiones sobre la transmisibilidad, la gravedad o la eficacia de la vacuna».
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son similares a los de las mutaciones del mismo ramaje: tos, mocos, dolor de garganta y de cabeza y fiebre.
