El Adelantado de Segovia
lunes, 22 diciembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

La sombra de Anita Ekberg

por Rafael Torres
3 de noviembre de 2021
rafael torres
Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

Ena, la serie Woke

No sois para él lo que él es para vosotros

¡Oye tú, no te acerques demasiado! (Recordando a Jorge Ilegal)

Era de día, y los mandatarios mundiales participantes en la Cumbre del G-20 no percibieron a sus espaldas, cuando se disponían a arrojar sus monedas a la pileta de la Fontana di Trevi como hacen los turistas, la presencia vagamente inmortal, fantasmal en todo caso, de Anita Ekberg. Cuando la ebúrnea actriz sueca se bañó en la fuente con Marcello Mastroianni, era de noche, y cada noche, desde que Federico Fellini rodó aquella escena, el espectro iluminado de Anita se aparece.

Es una pena que los líderes mundiales no se percataran, mediante la evocación del baño de Anita, de la parábola que contiene, que no es otra que la de la propia vida de aquella mujer despampanante que comenzó para el gran público con ‘La dolce vita‘, y acabó, cuando el gran público la había olvidado, en la indigencia. Los actores del G-20 que han hecho turismo por Roma so capa de andar muy concernidos y preocupados por el cambio climático, habrían recibido de la sombra de la actriz el recordatorio insoslayable de lo poco que media entre el esplendor y la ruina.

Anita Ekberg, como se sabe, se quedó a vivir en Roma tras el rodaje de ‘La dolce vita’, y lo hizo, como cualquiera con posibles, con muchos posibles, en un ‘palazzo’. Dulce fue su vida, ciertamente, hasta que dejó de serlo, pero es que dejó de serlo de una manera tan cruda, tan brutal, como, de seguir así su deterioro, será la del planeta: anciana ya, se rompió un día la cadera, y durante su convalecencia de tres meses en un hospital romano, saquearon su villa y robaron sus joyas, sus vestidos, sus muebles y cuanto logró reunir en su efímera vida de efímero éxito.

Dulce fue su vida, ciertamente, hasta que dejó de serlo, pero es que dejó de serlo de una manera tan cruda, tan brutal, como, de seguir así su deterioro, será la del planeta

Arrojando sus monedas a la Fontana di Trevi, los Macron, Biden, Erdogan, Sánchez y compañía se aseguraban, según determina la leyenda turística, regresar algún día a Roma. Puede, en efecto, que vuelvan, seguramente cada uno por su lado, pero cuando regresen, el mundo se habrá roto otra cadera, y aunque tiene más que las personas, no tiene un número ilimitado de caderas. El costo de la reunión del G-20 de éste fin de semana, esa nutrida gira por Roma a tutiplén, de poco habrá servido, y todo por no prestar atención, aquellos que tienen el deber de prestarla, a la parábola de Anita Ekberg.

De la ‘dolce vita’ a la indigencia, del esplendor a la ruina, tal es el rumbo inexorable que traza el maltrato a la Tierra.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda