La Gimnástica Segoviana ha vivido un año 2021 de más a menos, siguiendo la lógica que los conjuntos que cambian de categoría gracias a sus méritos deportivos. El conjunto azulgrana supo sobreponerse al Covid, con un plantel extraordinariamente implicado con los protocolos sanitarios que apenas sufrió casos positivos, y que culminó con varias semanas de antelación el objetivo de conseguir el ascenso.
Prueba de ellos es que desde el mes de enero y hasta el final de la temporada el conjunto gimnástico solo sufrió dos derrotas, la primera de ellas en Miranda frente al Mirandés B en el mes de febrero, y la segunda en plena celebración por el ascenso frente al Atlético Astorga en La Albuera. El resto de marcadores vinieron a sumar puntos en el casillero de la Segoviana, que si bien es cierto que consiguió la mayoría de sus victorias de manera ajustada, no es menos cierto que la sensación que ofreció en la práctica totalidad de esos triunfos fue de control absoluto del duelo.
Con tiempo para programar
De ese dominio total de la clasificación llegó la alegría del ascenso, conseguido el 3 de abril en León con la victoria por 0-2 frente al Júpiter Leonés, todo un hito tanto en la historia del club azulgrana como en la Tercera División, porque en la historia reciente de la Tercera nadie había firmado un ascenso con tantas semanas de antelación.
Agustín Cuenca ganó las elecciones a la presidencia, y el juvenil también logró otro ascenso para la historia a la División de Honor
Así que la Segoviana tuvo tiempo más que de sobra para planificar la temporada en la Segunda RFEF, y también para convocar unas elecciones a la presidencia en la que Agustín Cuenca obtuvo el mayoritario respaldo por parte de la masa social. Con la estabilidad en el ámbito institucional, en el deportivo el club azulgrana se encontró con la necesidad de reforzar dos equipos, el de Segunda y el filial que por primera vez en su historia iba a militar en la División de Honor Juvenil.
Fue a partir del mes de septiembre cuando se vino a imponer la lógica presupuestaria en el devenir de la Gimnástica Segoviana, que después de una primera derrota frente a la Unión Adarve, hizo valer la continuidad de buena parte de su plantilla para enlazar varios buenos resultados consecutivos que le sostuvieron en la zona alta de la clasificación, e hicieron pensar a los más optimistas que el equipo podía no pasar por problemas para mantener la categoría.
Una crisis histórica
Sin embargo, la victoria ante el Ceares por 2-1 el 10 de octubre vino a abrir una racha increíblemente negativa en el conjunto gimnástico, que acumuló seis encuentros consecutivos sin marcar un solo gol, sumando un punto de dieciocho en juego, y descendiendo con rapidez en la clasificación de una categoría muy igualada que no suele perdonar errores.
El plantel dio síntomas de mejoría en las jornadas siguientes, con el empate en los campos de Arenteiro y Llanera y la victoria contundente en casa frente al Marino, pero la derrota por 1-0 ante un Palencia Cristo Atlético que jugó el partido con diez futbolistas vino a frenar en seco el buen momento que parecía haber adquirido el equipo, que cierra el año 2021 en el puesto de promoción a Tercera, tras haber firmado en el segundo tramo del año cuatro victorias, por cinco empates y siete derrotas.
