La Gimnástica Segoviana firmó el inicio soñado de una temporada, venciendo en su casa a uno de los favoritos para ocupar posiciones de ascenso a la Primera RFEF, convenciendo a su público de que sale rentable adquirir una entrada, y continuando con la línea de sensaciones positivas con la que concluyó la pretemporada.
Y lo hizo en un encuentro que, a priori, se va a repetir en numerosas ocasiones en esta campaña, aunque los protagonistas sean distintos, es decir, con alternativas en el juego, sufriendo con las llegadas de un rival con calidad de tres cuartos hacia delante, pero haciendo valer las virtudes que Ramsés quiere transmitir a la plantilla. Ritmo altísimo de juego, y nada de tener la pelota solo para sumar minutos de posesión, sino para hacer daño al rival.
Tener a jugadores como Borrego, Diego Gómez o Javi Acuña, y a Fer Llorente lanzando los balones es una bendición para ese estilo de juego. Así, frente a un Atlético de Madrid B que en la primera parte no consiguió mostrar la calidad en sus futbolistas que sí puso en evidencia tras el descanso, el conjunto azulgrana mostró sus armas con una fuerte presión en la medular, y con Llorente buscando a Borrego que en la banda izquierda fue todo un quebradero de cabeza para la defensa rojiblanca.
De las botas del salmantino surgieron las primeras ocasiones de la Segoviana, con un remate de Gómez que sacó Gomis en buena intervención, más otro remate de Acuña que sacó la defensa en el último momento.
ACUÑA NO PASA DESAPERCIBIDO
Lo de Acuña es harina de otro costal. El uruguayo no pasa desapercibido en ninguna de sus acciones, ya sea forzando una tarjeta a un rival, volando para rematar un saque de esquina, autoamonestarse con una entrada demasiado impulsiva, o silenciando el campo cuando cayó al suelo tocándose la rodilla tras un choque con un contrario. Y todo ello lo hizo antes de cumplirse la primera media hora de partido, pasándose los sesenta restantes sacando petróleo de cada una de sus jugadas, ya fuera desahogando al equipo controlando de espaldas o provocando faltas.
Con Borrego poniendo la imaginación y Acuña atrayendo rivales, el trabajo de Gómez en la punta fue un poco más sencillo, aunque el segoviano se las tuvo tiesas con el central González, al que solo le ganó la partida en dos ocasiones. En la primera de ellas, tras un gran servicio de Borao desde la derecha su remate se fue fuera por muy poco. En la segunda, tras un saque de banda forzado por Acuña, sacado con mucha velocidad por Borao y peinado por Llorente, el ‘9’ azulgrana se revolvió en el metro que le dejaron libre para rematar con la izquierda lejos del alcance de Gomis.
SUFRIMIENTO, 1-0, Y A SUFRIR MÁS
La Segoviana, que en la primera parte había sido mejor que su oponente, lo pasó francamente mal en el arranque del segundo tiempo, dominado de manera total por un filial con las ideas mucho más claras. Fue en ese momento cuando comenzaron a surgir dos figuras clave para el equipo gimnástico, porque tanto De Frutos como Javi Marcos estuvieron imperiales en el corte, ya que Manu no daba abasto para impedir las llegadas de los rápidos jugadores madrileños, que con Cala liderando las operaciones comenzaban a poner a prueba la habitual solidez de Carmona.
Tras el gol, la entrada en el campo de Ivo y Dani Arribas le sentó de maravilla al equipo, porque el canterano se asoció con todos y gracias a ello la Segoviana vivió durante quince minutos más cerca en el área rival que en la propia, y porque Arribas le echó a Rubén la mano que le hacía falta para defender las internadas de Cala. Así, hasta la llegada del ‘refresquito’ estuvo más cerca el 2-0 en las botas de Ivo que remató fuera un servicio impecable de Borao, que el empate a uno que comenzó a rozar de nuevo el Atleti tras la pausa de hidratación.
ORDEN DEFENSIVO
Los últimos quince minutos de partido, más los siete de prolongación, se vivieron con la agonía habitual de los resultados cortos. La Segoviana no terminó de ser contundente en algunas acciones defensivas, pero el orden con el que los jugadores azulgranas contuvieron a sus rivales fue clave para que solamente en una ocasión los jugadores visitantes pudieran rematar en condiciones, con Gismera lanzando con potencia un balón que se quedó ‘muerto’ tras un saque de esquina, y Carmona sacando con el pecho. El resto del encuentro se pasó con el Atleti B volcado, la Segoviana tratando de manejar el crono con acierto porque todavía generó dos ocasiones más para ampliar la ventaja, y el colegiado señalando el final del partido siete minutos después del 90. El equipo azulgrana comenzó la Liga de la mejor manera, y ello no deja de ser una buena noticia… aunque solo se haya dado el primer paso.
