Un primer análisis a vuelapluma de lo sucedido en la tarde del domingo en La Albuera dejaría patente que, después de un primer tiempo malo, la Segoviana mejoró mucho tras el descanso y acabó remontando el partido al Montijo llevado en volandas por su afición. Y es posible que este análisis sea el acertado, así que el resto no deja de ser abundar sobre lo narrado.
Pero… resulta que la Segoviana no hizo una primera parte tan mala como para sufrir el 0-2 que campeaba en el marcador de La Albuera al final de los primeros cuarenta y cinco minutos. El rival, que marcó su primer gol antes de merecerlo, solo se aprovechó de dos errores locales para soltar dos tremendos guantazos que dejaron a los de Ramsés Gil casi en la lona. Y en el ‘casi’ estuvo la clave, porque un tercer tanto extremeño sí habría dejado K.O. a los azulgranas, que hicieron una primera parte más que aceptable, con diez minutos iniciales en los que pusieron coto a la portería del Montijo, y unos compases finales antes del descanso en los que solamente la mala puntería impidió que el marcador se moviera a su favor.
DOS ERRORES, DOS GUANTAZOS
Entre medias (y del primer tiempo seguimos hablando), el equipo visitante se hizo con el control del juego sin necesidad de tener el balón, sacando petróleo de su banda derecha, donde Barragán podía con un desconocido Rubén, y en el centro donde Julio Rodao se imponía a otro desconocido Manu, con Javi Marcos y De Frutos moviéndose en el alambre, y explotando de manera más que contundente el balón parado, con Pozo poniendo un balón a la cabeza de Yeray para hacer el 0-1 tras un lanzamiento de córner regalado por la zaga gimnástica.
Ramsés: “Debíamos refrendar el buen trabajo de los últimos partidos con una victoria en casa, pero se nos ha puesto muy difícil. El equipo se ha sabido recomponer”
El 0-2 también llegó de un saque de esquina, pero en esta ocasión favorable a la Segoviana, que Izan despejó lo justo para que el esférico le cayera a un compañero, que lanzó un pase de cuarenta metros extraordinario para que Cristo Medina superara con mucha facilidad la salida de Carmona.
Dos veces chutó el Montijo a los tres palos de la portería gimnástica en la primera mitad, y en las dos hizo diana. La Segoviana, rematando hasta el seis ocasiones con claridad, no probó ni una sola vez las manos del portero Izan, que en la segunda parte confirmó lo que se vislumbraba en la primera: estaba hecho un flan.
DECISIONES QUE INFLUYEN
En el intermedio, Ramsés hizo lo que se le pide a un entrenador, que es influir en el partido cuando las cosas van mal. El técnico sustituyó a Manu y Dani Arribas, dando entrada a Juan de la Mata y Diego Gómez en el primero de sus dos grandes aciertos del encuentro, porque el mediocentro dio mucha más claridad a la salida del balón liberando a Fer Llorente, y el delantero fue una verdadera pesadilla para una defensa visitante que si en la primera parte se sostuvo a duras penas, en el segundo tiempo fue una vía de agua constante.
Doce minutos tardó la Segoviana en marcar el 1-2, después de que tanto Gómez como Borrego hubieran señalado el camino con sus acciones ofensivas, en todas ellas con Ivo como generador de juego en tres cuartos. Al final, una jugada que empezó por la derecha y acabó con un centro de Gómez desde la izquierda puso a Fer Llorente en disposición de marcar. El centrocampista local no desaprovechó el regalo.
La grada, que no había dejado de creer, tuvo más motivos para alentar a sus jugadores, y más aún cuando Ramsés, en la segunda decisión que influyó definitivamente en el encuentro, sacó a Javi Marcos del campo para dar entrada a Hugo Díaz y poner una defensa de dos laterales y un central, para abrir el campo lo máximo posible. Cuando Juan Marrero quiso responder dando entrada a Raíllo y Keita para amenazar al contragolpe, la Segoviana ya había conseguido empatar el partido después de que Gómez se encontrara con un balón mal despejado en el área, y batiera a Izan con un remate estéticamente mejorable, pero en la práctica preciosísimo.
LA RULETA RUSA QUE SALIÓ BIEN
El último cuarto de hora fue una ruleta rusa que tuvo al millar de aficionados presentes en La Albuera pegados a sus butacas. Keita y Raíllo tuvieron el 2-3 en dos contras más que peligrosas, y aún se podría contar un tercer contragolpe de tres para uno finalizado de manera más que positiva para los intereses de la Segoviana, que tuvo el 3-2 en la cabeza de Hugo Díaz.
Juan Marrero: “Los errores en defensa nos han costado el partido. Cuando le das vida al equipo que va perdiendo en casa, es normal que coja mucho oxígeno”
El gol rondaba las dos porterías, en una moneda al aire que terminó saliendo de cara para los de casa. Una acción por la banda derecha dejó a Fer Llorente algo escorado con Izan tapándole los huecos. El azulgrana apostó por centrar hacia atrás, y se encontró con la pierna de Cardozo, que sin querer se metió el balón en su marco, coronando así la remontada de una Segoviana que después de una primera parte en la que la que, sin jugar del todo mal sí pudo hacer las cosas algo mejor, no tuvo más remedio que apostar por la locura… y le salió bien.
