Aunque desde la propia Gimnástica Segoviana ya se sabía que la salida a Andorra sería dura, nadie esperaba el mazazo que se viviría en el Estadi Nacional. Los hombres de Ramsés Gil salieron goleados por 5-1 tras una desastrosa segunda parte, en la que recibirían cuatro goles en un lapso de solo 17 minutos. Un palo para el conjunto azulgrana que ve como, con esta derrota y los resultados de sus rivales directos, el objetivo de mantener la categoría se aleja ya a seis puntos con cinco partidos por disputarse.
Ya antes incluso de empezar el partido, llegaba la primera mala noticia. Juan de la Mata, que iba a entrar de titular en el partido, se resintió de su lesión en el ligamento lateral de la rodilla y finalmente no pudo jugar, teniendo que ocupar Manu su lugar en el centro del campo. Otra baja para el equipo segoviano, cuya enfermería ya está bastante ocupada, y un mal presagio para el duelo, que se terminaría confirmando después.
La cosa no mejoraría tras el pitido inicial, ya que, pese a la igualdad que imperaba en el campo en los primeros compases del encuentro, el Andorra se adelantó en su primera ocasión. Lautaro de León remataría con un disparo seco a la base del poste una gran jugada individual de Almpanis, que se regateó a tres jugadores de la Gimnástica antes de asistir a su compañero. Cuarto de hora de partido la Segoviana ya tenía que remar en contra.
Pese a todo, sería a partir de este momento cuando se vieron los mejores momentos de los hombres de Ramsés Gil, quien no varió los planes más allá de subir un poco las líneas, lo que, eso sí, haría que el Andorra tuviese más espacio para correr. Esto provocaría que los jugadores azulgranas tuvieran que cortar más de un ataque peligroso con faltas, llevándose Techellea y Sergi Molina sendas tarjetas amarillas por ello.
La Gimnástica no le perdió la cara al partido, lo que se demostró con la gran ocasión de la que gozaría Fer Llorente solo cinco minutos después del tanto en contra. El mediocentro se plantó solo ante el arquero rival, pero su disparo se marchó desviado. Oportunidad perdida para empatar, pero una declaración de intenciones que terminaría dando sus frutos al filo del descanso, con una mala salida de balón por parte de los locales. Un desentendimiento entre el portero y la defensa, donde ninguno de los dos iría a por el balón y Farrell aprovecharía para anotar el tanto del empate.

Así, los jugadores se iban a vestuarios con la sensación de que había partido y con la moral de haber logrado la igualada justo cuando parecía que el Andorra volvía a tener la situación controlada. Sin embargo, todo se fue al traste tras el descanso.
Jarro de agua fría
La segunda mitad también comenzó igualada, con ambos equipos tanteándose y tratando de recuperar la intensidad. Pero todo saltó por los aires en el minuto 53, cuando un inocente penalti de Hugo Marcus, que empujó a su rival dentro del área en una jugada donde parecía que no había ningún tipo de peligro para la Segoviana. Quizás una pena máxima algo rigurosa, pero que no evitó que Dani Nieto adelantara al conjunto local.
A partir de ahí, cuesta abajo y sin frenos. El jarro de agua fría hizo que los de Ramsés Gil se desconectaran del partido y el Andorra no los desaprovechó. El mismo Dani Nieto haría el 3-1 cuatro minutos después tras una pérdida en la salida del balón y una asistencia de Álvaro Martín, quien también haría un gran pase a Lautaro en la acción del 4-1 en el 68. Y, cuando parecía que ya no podía ser peor, otra diana seguida tras dos minutos de juego, otra vez de Dani Nieto y otra vez con asistencia de Álvaro Martín, que completaban sus particulares hat-tricks de goles y asistencias.
Con el 5-1 en el marcador, sumado a lo que se veía en el terreno de juego, el encuentro se dio sentenciado con aún 20 minutos por delante. Tiempo en el que el Andorra bajó la marcha mientras la Segoviana poco podía hacer más que ver pasar los minutos hasta el pitido final, que consumaba su segunda y dolorosa derrota consecutiva, que, unida a los puntos que sí sumaron sus rivales, deja la permanencia a seis puntos.
Optimismo “sin engañar a nadie”
En la rueda de prensa posterior al partido, el entrenador de la Segoviana, Ramsés Gil, achacó la derrota al punto de inflexión que supuso el penalti en contra, que hizo que sus jugadores tuvieran que lanzarse al ataque: “En un campo como este, cuando tienes la opción de ir a por todas, como hemos intentado hacer nosotros, corres el riesgo de que te hagan muchas ocasiones en cuanto te desequilibres un poco, como nos ha pasado después del segundo gol y, particularmente, el tercero”, explicaba
A pesar del “palo”, el técnico se siguió mostrando con el optimismo “intacto” de cara a conseguir el objetivo de la salvación, aunque también con los pies en la tierra: “No es el momento de lanzar mensajes de optimismo ni de nada, es el momento de ganar partidos. Tenemos claro que con 47 puntos es factible mantenerse, lo que no podemos es engañar a nadie y sabemos que es una empresa complicadísima. Pero ahora tenemos dos finales en casa y vamos a ir a por ellas con todas nuestras herramientas y todas nuestras armas”.
Las dos “finales” a las que se refiere Ramsés Gil son los dos partidos en casa consecutivos que afrontará la Gimnástica en las próximas jornadas, ante Barakaldo (27 de abril a las 12:00 horas) y Real Sociedad ‘B’ (2 de mayo a las 20:30 horas). Estos encuentros y la posterior visita al Sestao River pueden marcar definitivamente el devenir del conjunto azulgrana en su campaña de debut en Primera RFEF.
En cuanto a Juan de la Mata, Ramsés Gil aclaró que intentaron pincharle para que fuera de la partida porque “es un jugador que nos da muchísimo”, pero que finalmente no pudo ser: “No podíamos hacer milagros. Si no se encontraba bien había que sacarle y buscar otra opción”.
