Nada al cuadrado, lo que coloquialmente es lo mismo que decir nada de nada. Eso fue lo que hizo la Segoviana en el campo de la Nueva Balastera frente a un Palencia Cristo Atlético al que le bastó con marcar un gol a la contra cuando ya jugaba con diez hombres, y posteriormente defenderse sin demasiados agobios para terminar ganando el partido a un equipo azulgrana que ni fue contundente atrás permitiendo un contragolpe cuando el partido pedía serenidad tras la expulsión del local Frodo Sualdea, y posteriormente se pasó una hora ya no solo sin chutar a portería, sino también sin pisar el área contraria.
El partido comenzó con ambos equipos intentando hacerse con el control del juego pero sin ningún dominador claro. Los dos conjuntos disputaban por hacerse con la pelota más preocupados de la posesión que de brindar ocasiones claras a través de tener el esférico antes que apostar por un fútbol directo.
UNA ROJA… Y EL 1-0
Una expulsión tempranera condicionó los intereses de los pupilos de Rubén Gala. Frodo que se había convertido el héroe entre semana después de marcar un gol al Espanyol en Copa del Rey que puso a los pericos contra las cuerdas hasta el final, se convirtió en villano al cometer una entrada muy peligrosa en el centro del campo en una acción sin peligro.
Pero curiosamente cuando el partido podía parecer que iba a ser coser y cantar para los azulgranas, al cuarto de hora se adelantaron los locales en un desajuste defensivo que aprovechó Álvaro Gómez a la perfección para batir a Carmona.
Con el 1-0 intentó reaccionar la Gimnástica en una acción que desbarató Guille con una parada de bella factura. El disparo de Nanclares desde dentro del área lo repelió Guill, que hizo lo mismo con un cabezazo de Llorente a la salida de un córner.
El Palencia Cristo Atlético supo sacudirse del asedio Segoviano y llegó al descanso con ventaja en el marcador a pesar de la desventaja tempranera a resultas de la expulsión de Frodo. Unas veces la falta de puntería y otras el acierto de Guille que se mostró como un coloso bajo palos privó a los visitantes de al menos haberse ido al tiempo de asueto con un empate.
EL DESCANSO NO ACLARA LAS IDEAS
Tras la reanudación el partido siguió por los mismos derroteros. Con un Palencia Cristo muy compacto que intentaba salir al contragolpe y una Segoviana que con la posesión intentaba desentramar la tela de araña de su rival.
Si bien es cierto que desde el 1-0 los locales no volvieron a poner en apuros a Carmona la solidez como bloque de los pupilos de Ruben Gala se convirtió en un hándicap para revertir el resultado.
Solo el correr de los minutos y el desgaste físico parecía poder debilitar a los morados, pero a la Segoviana le costaba ya no con peligro sino simplemente pisar el área local y Manu González miró al banquillo para tirar de Gómez e intentar cambiar así el dibujo de un partido que se iba complicando. A renglón seguido introdujo a Borao y Nogueira intentando agitar el encuentro.
El equipo azulgrana no tuvo serenidad para afrontar el partido con superioridad numérica y encajó el 1-0 cuando el Cristo ya estaba con diez jugadores
Pero no se puede esperar resultados distintos si siempre haces lo mismo, y el equipo azulgrana tocaba y tocaba la pelota sin velocidad y por lo tanto sin ningún peligro, esperando que el desgaste físico del Cristo pasase una factura que nunca llegó, hasta el punto que la Segoviana le costó sumar a cualquier crónica ya no goles sino ocasiones de peligro.
A cuarto de hora para el final Manu quemó todos los cartuchos dando entrada a Juan de la Mata y Arribas y el equipo colgó algunos balones con más corazón que cabeza, y en un par de ocasiones la segunda jugada favoreció al equipo gimnástico, pero Guille detuvo con seguridad los inocentes remates de Nogueira y Llorente. Los palentinos se mostraron infranqueables y la Gimnástica acabó perdiendo un partido en el que jugó durante más de ochenta minutos con un hombre más. Si lo que se buscan son sensaciones, en La Nueva Balastera no hubo ni una buena.
