La Gimnástica Segoviana es un equipo que está hecho para competir de igual a igual con el resto de clubes del grupo V de la Segunda RFEF, que se está mostrando tremendamente igualada, como viene reflejando jornada tras jornada la clasificación. La propuesta futbolística del equipo azulgrana está siendo más que agradable para el espectador, pese a que en ocasiones el escenario no termine de acompañar, como le ha sucedido en los campos de hierba artificial y dimensiones algo más reducidas de lo habitual como los de Coria o Cerdanyola.
Pero en un fútbol donde suele predominar lo práctico sobre lo estético, al conjunto azulgrana le han descubierto el talón de Aquiles demasiado pronto. La propia confección del equipo, con centrales no excesivamente altos pero sí rápidos para jugar a campo abierto, ya auguraba problemas a la hora de defender los balones parados, un arma que emplean nueve de cada diez equipos de la categoría porque suele dar mucho beneficio a poco que cuentes con un buen lanzador y un par de compañeros que vayan bien de cabeza.
En pretemporada esos problemas no tardaron en ponerse en evidencia, y si bien es cierto que el equipo logró mejorar en esta faceta, tanto que en las cuatro primeras jornadas de liga ni Atlético de Madrid B ni Estepona ni Don Benito marcaron a balón parado, y en la tercera jornada de competición el Leganés B le marcó un gol de falta, anecdótico porque la Segoviana ya ganaba por 0-3.
CD Coria, UD Montijo y Cerdanyola CF han puesto en evidencia la endeblez defensiva del CONJUNTO gimnástico en las jugadas de estrategia
Pero a partir del quinto partido de liga al equipo gimnástico se le han empezado a ver las costuras en esta faceta. El Coria (1-1) le marcó su gol tras un saque de banda, y siete días más tarde el Montijo (3-2) anotó un gol de córner… y otro de un contragolpe fulgurante tras un saque de esquina a favor.
El partido ante el Cerdanyola ha puesto aún más sobre aviso a la Segoviana acerca de estas acciones a balón parado, porque el equipo sufrió lo indecible en este tipo de jugadas de pizarra, recibiendo un gol tras el saque de una falta, más un balón al palo en un córner y varias acciones más muy peligrosas ante el marco de Carmona, que recibió de penalti el 4-2. Tanto fue así que Ramsés ya ha señalado que hay que trabajar en la defensa de estas acciones si no se quiere que todo el buen trabajo que se realiza con el esférico en juego quede desdibujado por el balón parado.
UNA VICTORIA QUE NO GUSTA
Sabido es que la mayoría de los clubes que trabajan con la cantera suelen tener como objetivos la formación en valores de sus futbolistas. La Segoviana no es ajena a estos objetivos, y por ello causó no poco desasosiego en el club el 0-34 con el que concluyó el encuentro de prebenjamines de fútbol sala, segunda categoría, que enfrentó al conjunto B azulgrana con el equipo B de Carbonero.
Más allá del hecho de que desde la Federación no se ponga un freno a estos marcadores tan desiguales en las categorías inferiores (al estilo de lo que hizo hace tiempo la Federación de Baloncesto cerrando el acta cuando hay 50 puntos de diferencia entre un equipo y otro) la Segoviana no tardó en ponerse manos a la obra, y además de señalar en sus redes sociales que ese marcador “no nos gusta”, ha invitado a los componentes del Carbonero B al próximo partido que el equipo jugará en La Albuera frente al Alcorcón.
