La dinámica en la que ha entrado la Gimnástica Segoviana en esta segunda vuelta de la competición, mostrando una irregularidad manifiesta que le ha llevado a sumar cinco puntos de los últimos 15 posibles, ha terminado por provocar movimientos en el seno del conjunto azulgrana.
Pese a que Agustín Cuenca y la Junta Directiva que preside habían mostrado su apoyo a Manu González en todo momento, el 3-0 cosechado ante el Pontevedra en Pasarón, unido a los empates ante el último y el penúltimo clasificado, han terminado por precipitar los acontecimientos.
“El equipo no va bien, y aunque mi política siempre ha sido la de estar a muerte con el entrenador, llega un momento en el que entiendes que algo tienes que hacer”, señaló Agustín Cuenca a esta redacción tras comunicar el cese al técnico, “que ha sido muy elegante con nosotros, como siempre ha sido, y con el que no vamos a tener ningún problema para finiquitar su contrato”.
UN TRAUMA, PERO MENOS
Porque una cosa es que el club apoye a su entrenador, porque la realidad es que tanto en público como en privado siempre ha sido así, y otra que la realidad no haya obligado a tomar una decisión que en un principio no parecía sencilla, y no porque Manu no entendiera que su cese forma parte del fútbol, sino porque un cambio de técnico a estas alturas de la temporada supone un trauma siempre difícil de asimilar.
Por ello la Junta Directiva del club apostó por no romper con todo trayendo a un entrenador que poco conociera a la plantilla, y sondeó la posibilidad de que Ramsés Gil se hiciera cargo del equipo. La respuesta que obtuvo el club por parte del que fue su jugador, capitán del técnico, segundo entrenador y director deportivo fue la que podía esperarse. Ramsés aceptó sin condiciones, y desde hoy mismo y hasta el final de la temporada se pondrá al frente del conjunto azulgrana, preparando de momento el complicado encuentro que a la Segoviana le toca el próximo fin de semana en La Albuera frente al Compostela.
La decisión de la entidad tiene sus puntos a favor y en contra. A favor tiene que Ramsés se conoce a prácticamente toda la plantilla, porque él se encargó de traer a la Segoviana a buena parte de los jugadores que actualmente forman parte del equipo, y ese conocimiento y la confianza que tiene con los jugadores puede llevarle a superar el hándicap de la falta de experiencia como primer entrenador, ya que el nuevo técnico azulgrana obtuvo el nivel 3 hace poco tiempo, y en un bagaje solo consta el haber dirigido a uno de los conjuntos cadetes del club gimnástico.
