El tiempo se agota, las matemáticas comienzan a dictar sentencia y, en La Albuera, se escuchan ya los ecos de un descenso que, aunque aún no consumado, empieza a perfilarse en el horizonte como una sombra inevitable. La Gimnástica Segoviana, tras dos oportunidades de oro desperdiciadas frente a Barakaldo y Real Sociedad ‘B’, se asoma al precipicio de la Segunda RFEF con más dudas que certezas, más méritos que puntos y una fe que desfallece y que comienza a vestirse de milagro.
Con 37 puntos en el casillero y solo nueve por disputarse, los números son crueles: el conjunto azulgrana es penúltimo, superando únicamente a un Amorebieta ya sin pulso competitivo, y a cinco puntos de una permanencia que se encarece jornada a jornada. Las cuentas, tan cristalinas como complejas: pleno de victorias y un carrusel de resultados ajenos que deben caer de lado gimnástico. Sino no hay vida.
Frente al filial donostiarra, la Segoviana cuajó uno de los mejores partidos en casa en el que su único ‘pero’ fue la falta de gol. Lo más importante. Porque sin él, no hay victoria y, sin ella, no hay puntos a los que agarrarse a la salvación. Bajo la batuta de Fernán y Fer Llorente, el equipo gimnástico gobernó el encuentro, pero su falta de acierto, con Farrell, Diego Gómez, Hugo Díaz o Abel Pascual como protagonistas, la llevaron a consumar un nuevo punto ya insuficiente.
La herida comenzó a abrirse en diciembre, tras el último triunfo ante el Lugo. Desde entonces, nueve partidos sin ganar como local, con cinco derrotas y cuatro empates. O lo que es lo mismo, cuatro de los últimos 27 puntos en casa que han ido apagando la llama de la permanencia. Lo que un día fue fortaleza, ahora se transformó en criptonita.
Por delante, tres últimas jornadas. Tres partidos convertidos en finales ante las que la Segoviana está obligada a protagonizar una machada histórica, una más durante sus casi 100 años de vida. Lo hizo para subir hace un año a Primera RFEF. Ahora buscará repetirla por no abandonarla.
Y el domingo, ‘final’ ante el Sestao River
La primera prueba de fuego para que la Gimnástica Segoviana mantenga con vida sus opciones de permanencia pasarán este domingo por Vizcaya. Allí, el equipo azulgrana afrontará un duelo directo por la salvación puesto que se verá las caras con un Sestao River que marca los puestos de descenso con 42 puntos, cinco por encima de los gimnásticos.
Es decir, en caso de derrota, y si Unionistas y Lugo hacen los deberes y vencen a Athletic ‘B’ y Nástic, respectivamente, la Segoviana consumaría su descenso matemático a Segunda RFEF puesto que se quedaría a ocho puntos la salvación con ya solo seis en juego. La Segoviana, al todo o nada.
