Un Clásico de Castilla siempre convierte cualquier día en una ocasión especial. Ayer, a la hora del vermú, la Gimnástica Segoviana y el Real Ávila volvieron a encontrarse sobre el césped de la Albuera, en un encuentro de pretemporada que trasciende la mera preparación. No decepcionó, por su parte, la afición azulgrana, que pasó un agradable rato viendo como su equipo superaba a los encarnados.
En un principio, no se presentaba la mañana tan halagüeña para los intereses de Ramsés Gil. Entraron al partido un tanto aturdidos y, por momentos, el Real Ávila pudo encerrarles en su área. Eso sí, el pasajero dominio de los abulenses se debía más a la enconada presión que los dos delanteros, Adeva y Ivi, plantearon a los centrales locales, que a un juego de campanillas.
Tras diez minutos de aclimatamiento, la Sego comenzó a jugar. Con un Ivo inteligente en sus movimientos a espaldas de los medios, enlazaron algunos ataques que dieron buena muestra de la idea de juego que Ramsés pretende implantar. Sin embargo, no fueron capaces de convertir y, en la única vez que el balón besó las mallas, la acción había sido invalidada.
El descanso pareció volver a sacar a los azulgranas del partido, que perdieron la manija que tan firmemente había sujetado en la primera mitad. Gracias a los cambios, el equipo se desperezó y, en una buena combinación por banda izquierda, Gómez, destacado como punta, obligó al portero abulense Paisa a posar para la foto con una gran palomita. Poco pudo hacer, sin embargo, en el córner, donde el ‘Toro’ Acuña cabeceó inapelable.
Mención aparte merece la buena sensación que dejó el paraguayo. Los encarnados fueron incapaces de sujetar sus enérgicas galopadas, firmando un gol y una asistencia.
Tras el pasajero empate, fruto de una escaramuza de área, la Sego volvió a encerrar al Ávila con buenas triangulaciones. Una vez conectaron Ivo, Manu y Hugo, se imprimió un rápido ritmo a la transición ofensiva de los azulgranas. Incapaces de parar los ataques, el Real Ávila acabó por sucumbir. El gol definitivo se encargó con un genial robo en el centro del campo, se cocinó con una internada de Acuña por la banda derecha, dejando al lateral con el molde, y se lo comió Diego Gómez con un cabezazo picadito y cruzado, como mandan los cánones. Entre las celebraciones, se podían escuchar algunos vaticinios sobre la importante sociedad que pueden formar el delantero paraguayo y el madrileño.
Los últimos minutos transcurrieron sin más noticia que el excesivo descuento que dejó el colegiado. Entre ratos de buen fútbol y períodos de desconexión, la Sego alcanzó una victoria doblemente satisfactoria por el clásico rival y por la buena racha que certifica. En el próximo enfrentamiento, ya el último de la pretemporada, el equipo azulgrana recibirá al Zamora CF, que, como la Sego, militará esta temporada en Segunda RFEF.
GIMNÁSTICA SEGOVIANA -2
Carmona, Borao, De Frutos, López, Rubén, de la Mata, Llorente, Ivo, Borrego, Gómez y ‘Toro’ Acuña. Como suplentes, Arévalo,Adrián, Manu, Hugo Díaz, Javi Marcos, Arribas.
REAL AVILA-1
Sergio Paisa, Llorian, Tena, Carlos Pascual, David Sanz, Ivi, Javier de Mesa, Adeva, Alberto Martín, Alfonso Cruz y Peñalvo. Como suplentes, Diego Rubio, Rober, Jorge Velasco, Sergio Sánchez, Didier, Naim.
Árbitro
García de la Loma..
Goles:
1-0 (m.63) ‘Toro’ Acuña
1-1 (m.68) Andrés Llorian
2-1 (m.77) Diego Gómez
