La sala Capitular de la Catedral de Segovia albergará dos conferencias sobre la sala de Santa Catalina, inaugurada el pasado diciembre, y último espacio expositivo abierto en el conjunto del templo.
La primera de las charlas se ha diseñado para acercar esta antigua capilla y museo catedralicio convertido ahora en muestra permanente dedicada a la orfebrería y su función para el culto. Bajo el título ‘La sala de Santa Catalina: aproximación a la liturgia’ el deán de la Catedral, Ángel García Rivilla, será el encargado de explicar el significado y simbolismo de los elementos utilizados durante la misa desde hace siglos y la riqueza artística de las 73 piezas expuestas.
De todas las obras, destacan 16 cálices, entre ellos el labrado por Juan de Jerez hacia 1490 y donado por el Duque de Albuquerque, Beltrán de la Cueva. Juegos de altar, retablos sacra o retablos portátiles como el realizado en alabastro por Antonio Tempesta (siglo XVII) o una selección de seis crucifijos de marfil, dos cruces de altar y ocho relicarios con restos de San Frutos, patrón de Segovia, o San Bartolomé. Tendrá lugar el 11 de abril, a las 18.30, en la sala Capitular con entrada libre hasta completar aforo.
La segunda conferencia se centra en otro de los elementos expuestos y que destaca por su valor histórico y el interés que despierta: las vestimentas del Infante don Pedro. La historiadora de arte y experta en moda, Ana Velasco Molpeceres, impartirá la conferencia ‘Vivir y vestir en la época del Infante don Pedro’, el 25 de abril, a las 18.30, en la misma sala Capitular.
La profesora de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid aborda el conjunto de indumentaria medieval del Infante don Pedro desde el enfoque de los gustos, usos y vestimentas civiles y religiosas de la sociedad del momento. Las vestimentas del hijo del rey Enrique II de Castilla, primer monarca de la dinastía de los Trastámara, son importantes por su calidad y debido a la escasez de prendas infantiles conservadas, en este caso de la segunda mitad del siglo XIV.
Este siglo representa el último período de la Edad Media, caracterizado por grandes cambios encaminados al nacimiento de los estados modernos y al desarrollo de una nueva organización social, con gran peso de la burguesía.
Es también tiempo de una gran crisis, primero económica, debido a las pérdidas humanas por la peste negra. Todo ello va a producir una transformación de las mentalidades que, entre otras cuestiones, se evidencia en el vestir. Se hará hincapié en entender cómo la indumentaria era, a menudo, la única posesión de gran parte de la población, además de su manera de ser y estar en el mundo, así como de prosperar.
Las vestimentas del Infante, ahora expuestas tras el proceso de restauración, fueron descubiertas junto con tres restos óseos durante la intervención en el sepulcro, ubicado en la parte central de la misma sala de Santa Catalina.
