El subsuelo de la Catedral de Segovia esconde más de cinco siglos se historia del arte. Desde la construcción del templo, que este próximo 2025 celebrará 500 años, se han ido incorporando a su patrimonio una serie de obras pictóricas conservadas por el Cabildo, tanto de escuela castellana como flamenca y de épocas dispares, comenzando en el siglo XV y hasta el XX. Algunas de ellas fueron encargadas expresamente para la decoración de espacios de la propia Catedral, otras llegaron procedentes de iglesias de Segovia como la de San Miguel, así como de diferentes puntos de la provincia. Las hay que llegaron a la colección gracias a la donación de canónigos o particulares para formar parte del tesoro catedralicio.
Treinta y nueve de estas obras se exponen desde 2018 en la Sala de Pintura Bajo Claustro, un espacio singular que a partir de ahora, podrá analizarse al detalle gracias al libro guía que explica sus pinturas, un detallado trabajo de investigación y edición desarrollado durante tres años, que ha contado con la participación de hasta once autores y que era presentado este jueves. Este acto ha coincidido con el cercano sexto aniversario de la Sala, que abrió sus puertas al público un 20 de diciembre tras las obras de adaptación para la correcta conservación de las pinturas y el acceso de visitantes.
La presentación tuvo lugar en la gran sala abovedada de esta galería y contó con la presencia del administrador apostólico de la Diócesis Segovia, César Franco Martínez, el deán de la Catedral, Rafael de Arcos Extremera, el capellán y prefecto de liturgia del Cabildo, Ángel García Rivilla y el vicepresidente primero de la Diputación de Segovia, José María Bravo Gozalo.
La presencia de este último se debe a la colaboración de la Diputación de Segovia, que ha realizado una aportación económica para fomentar la difusión del patrimonio cultural de la ciudad y bajo el título ‘Sala de pintura. Catedral de Segovia’, esta guía es la primera publicación oficial de la Catedral. Su edición forma parte de la programación que prepara el Cabildo de cara al año 2025 para celebrar los 500 años desde la construcción del templo. A lo largo del próximo año también se llevarán a cabo una serie de actividades con las que se espera divulgar el patrimonio artístico, histórico y religioso de la Catedral, además de atraer la participación de vecinos y visitantes.
DESEVELANDO LA AUTORÍA
Las obras expuestas bajo el claustro, tiene orígenes dispares. Se encontraban diseminadas en diferentes capillas, en el antiguo museo catedralicio -en 2023 reconvertido en sala dedicada a la orfebrería-, o han sido rescatadas del depósito. Antes de su instalación las pinturas fueron sometidas a un tratamiento de limpieza y restauración acorde con el estado de conservación que presentaban.
La investigación que ha permitido crear esta guía, ha iluminado también el pasado de todas estas obras a través de importantes descubrimientos en cuanto al conocimiento de autorías de las obras, análisis de iconografía y procedencias.
Así, tras una labor que ha implicado a profesionales de universidades e instituciones tanto españolas como internacionales, se ha podido conocer a los verdaderos autores de obras que durante siglos permanecieron en el anonimato.
Destaca el lienzo de San Jerónimo meditando, atribuido al pintor caravaggista Bartolomeo Cavarozzi (1587-1625) que a partir de ahora formará parte de las pocas obras del artista que se conservan de su paso por España en 1617.
También se han identificado obras del napolitano Giovanni Ricca; de Carlos Garofalo, discípulo de Luca Giordano; variosóleos de Amberes Adriaen Willenhoudt, de quien hasta ahora solo se conocían las iniciales A.W.I.NF. La documentación estudiada también refuerza la autoría de Juan de Solís o Pedro Berruguete en obras que ya habían sido reconocidas previamente.
Mientras, obras como San Jerónimo Penitente, atribuida anteriormente a Antonio de Palermo, vuelven a considerarse anónimas . En este caso, únicamente se saben las iniciales de la persona que lo pintó, AP, a falta de documentación clara y fehaciente que determine su autoría real.
Se ha destacado también las copias de obras originales expuestas en el Museo del Prado, que previamente estuvieron alojadas en templos segovianos, como la Sagrada Familia con ángel músico del Maestro de Fráncfort, donde la original perteneció al convento dominico de Santa Cruz la Real de Segovia, o La fuente de la Gracia, pintada en 1560 a partir de la tabla original, realizada en el taller de Jan van Eyck hacia 1435, y que se ubicaba en el Monasterio de Santa María del Parral.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
Aunque las pinturas que se encuentran en la Sala Bajo Claustro son un reflejo de la larga historia de la Catedral, esta también debe adaptarse a los nuevos tiempos. Por este motivo, además de en la tienda oficial, del Palacio Episcopal, la guía también podrá adquirirse online a través de la web del templo. Asimismo, los visitantes pueden desentrañar parte de los contenidos recogidos en la investigación, gracias a la App de la Sala de Pintura, activa desde 2019, donde se incluye la explicación detallada de diez de las principales obras y que cuenta con una extensa galería de imágenes para poder llevar las pinturas más allá de la visita.
De manera paralela a la investigación, se han instalado nuevas cartelas que reflejan la información artística e histórica renovada, la iconografía de las obras y se ha añadido la traducción al inglés en base a un formato unificado y a la identidad corporativa seguida en el resto de salas expositivas.
