Colorida como pocas veces se encuentra la sala cultural Alfonsa de la Torre gracias a la exposición de mantones de manila que acogerá hasta el próximo día 10. Con motivo del Día de la Provincia, más de 50 piezas antiguas se han dispuesto en el hall de la sala, para disfrute de todos los vecinos de Cuéllar y los muchos visitantes que se desplazarán hasta la villa este fin de semana, que además se celebra el III Festival de Magia e Ilusionismo ‘La villa encantada’. El alcalde de la villa, la concejala de Cultura y la propietaria de la exquisita colección inauguraron la exposición ante muchos curiosos que no se perdieron la oportunidad de contemplar estas maravillas. La concejala Martín destacó que la sala está acogiendo todo tipo de arte, y este es el momento de acoger el el arte de bordar. Los mantones datan desde 1840 a 1920, de una colección privada “que es un lujo de ver por su trabajo a mano”.
Su dueña, Raquel, explicó cómo fue el proceso de formación de la colección. Amigas y clientas, personas sin herederos y muchos contactos que la propietaria hizo en sus años como anticuaria han dado como resultado esta colección. Los motivos son muy variados, como los que contienen espigas y animales, “muy raros”, según la dueña. Concretamente hay una pieza de 1840-1860, cuando terminó el reinado de Isabel II, con cabras y otros animales bordados, muy llamativos.
En esta inauguración también se habló de su procedencia y el origen de su nombre: mantones de Manila. Se popularizaron en España desde el siglo XIX y se llaman así porque salían del puerto de Manila, pero en realidad están todos realizados en China. “Esa era la puerta de salida a la exportación de la seda; hacían la ruta del Pacífico por México, y llegaban a Sevilla, donde se popularizaron”. Las explicaciones continuaron con las partes del mantón, puesto que en muchas ocasiones, estos llegaban sin flecos. Se empezaron a colocar en el sur de España. La muestra contiene también alguna de las cajas en las que se introducían los mantones, en este caso sin flecos.
Los colores, muy variados, cambiaban según las sedas del momento y según las modas, según la exportación decidida desde China. Los que más gustaban en Europa eran los que tenían flores, y los que hoy se siguen utilizando en procesiones, decoración de balcones, parte del arte flamenco e incluso en la moda actual. “Se han popularizado de tal manera que ya no valen lo que valía un mantón de Manila hecho a mano, si comparas, es más barato uno más antiguo”. Algunas de las mujeres -en su mayoría- presentes en esta inauguración realizaron preguntas a la propietaria, para conocer métodos de limpieza y otras curiosidades. La muestra se va a mantener hasta el domingo, y ocupa la sala cultural, pero el tema de la indumentaria más tradicional se va a completar con la exposición de Conchi Bayón, inaugurada ayer en el Centro Tenerías. El Día de la Provincia está “revolucionando” en el buen sentido la villa, ahondando en sus raíces y en las de sus vecinos, en estos días previos al sábado 9 de junio.
