Llega la Navidad y las calles de Segovia se engalanan para ver la ciudad aún más bonita e iluminada. Impregnada la capital y los segovianos del espíritu navideño, es muy tradicional en estas fechas hacer un recorrido por los numerosos y variados belenes instalados en otros tantos espacios y barrios, y comprobar la gran cultura belenística que existe en Segovia. Uno de los belenes que más visitantes recibe es el del Palacio de la Diputación Provincial, que combina edificaciones hechas a mano, como el castillo de Herodes –inspirado en el de Pedraza–, con elementos propios de la naturaleza, como arbolillos, piedras o arena. En una superficie de setenta metros cuadrados, este año se puede ver como novedad la recreación de una cascada que cae al río.
También es monumental el belén egipcio que este año luce en el Palacio Episcopal de Segovia, en el que son reconocibles palacios y templos y una gran zona de desierto, ya que está inspirado en el capítulo del Evangelio ‘La huida a Egipto’. Algunas figuras son de la Escuela de Olot (Girona), de los primeros años del siglo XX y otras más modernas, ya de las décadas de los 40 y los 50.
Las Salas del Palacio del Torreón de Lozoya acogen de nuevo esta Navidad el belén de la Fundación Caja Segovia realizado por la Asociación Cultural Amigos del Belén del Cristo del Mercado. La escenografía de este nacimiento es netamente segoviana, recreando los diferentes episodios de los tiempos del Adviento y de la Navidad en bellísimos rincones de Segovia.
La ermita del barrio del Cristo alberga un año más su popular belén, considerado el más artesano. Cada año se reinventa creando nuevos escenarios siempre relacionados con Segovia. En esta ocasión han elegido la plaza del Azoguejo presidida por el Acueducto.
El recorrido continúa en el claustro del Seminario Diocesano, en el que se ha querido plasmar el nacimiento como un acontecimiento único, narrado en los evangelios de la infancia, contado ahora de otro modo, con imágenes. El belén se inserta en una exposición mayor que se llama ‘Revelación y vocación cristiana’.
Otro de los ejemplos de belén que todo los años llama la atención es el de las Hermanitas de los Pobres, el más detallista, desde las cigüeñas en sus nidos hasta la ropa puesta a secar. Y la plaza del popular barrio de San Lorenzo acoge junto al ábside de la iglesia parroquial un nacimiento cuyas figuras son colocadas todos los años por los escolares del Colegio Martín Chico, que también se encargan de elaborar los adornos que lucen en el pino instalado al lado del belén.
La iglesia de Santo Tomás también expone un belén, en el que se puede terminar la ruta.
