Estaban viendo la televisión. Le hizo una pregunta a su hijo (no dice cuál, para no hacer spoiler). Su respuesta fue “absolutamente visceral”. Le llamó la atención. Se dio cuenta de que ahí había una historia. Fue así como surgió su novela. A Mayte Esteban le gusta abordar temas sociales. A veces, aparecen “por casualidad”. Con el romanticismo como excusa. ‘Tus primeras veces conmigo’ es ejemplo de ello. La protagonista sufre abusos en un piso tutelado. A través de ella, muestra cómo afrontar un problema “serio” desde una perspectiva “positiva”. El 23 de abril verá la luz ‘Sin fecha de caducidad’. Esta novela pivota en torno al bullying y el ciberacoso. Gracias a ella ganó hace unos días el X Premio Internacional de novela romántica en español HQÑ. “Si no cuentas algo más, las obras se quedan cojas”, sostiene. Hay algo que no cambia: todas tienen final feliz. A su juicio, es “obligatorio”.
Se presentó en verano. Es bastante despistada. Ya no lo recordaba. De ahí la “sorpresa” que se llevó cuando le dieron la noticia: se había hecho con el galardón. Tuvo que reconfigurar su cabeza. De forma similar a cómo hace sus novelas. Primero realiza un esquema en el que tiene claro a dónde quiere llegar con sus personajes. No planifica “al milímetro” los capítulos. Deja un espacio para la creatividad y la innovación. Aunque suele tener “puntos fijos”.
Siempre ha mantenido un estrecho vínculo con la literatura. Era una niña muy inquieta. Entonces no había tantos entretenimientos como ahora. Con apenas 10 años, escribió sus primeros relatos. Lo hacía con “mucha torpeza”. Pero eso cambió pronto. Y pasó a publicar una novela por año. En 2014 vio la luz la primera. Su caso en los últimos meses es “anómalo”: sacó a la venta uno de sus libros en Navidad, el 17 de febrero salió ‘Tus primeras veces conmigo’, y el 23 de abril verá la luz ‘Sin fecha de caducidad’.
Antes de que la pandemia irrumpiera con fuerza en España, acababa de salir la novela ‘La colina del almendro’. Es romántica e histórica. Está ambientada en la I Guerra Mundial. Pero el confinamiento trajo consigo una paralización de su carrera literaria. Tenía programada la publicación de su siguiente obra. Los resultados “no fueron buenos”. Esto no le desanimó. Y ahora hay tres libros recientes que llevan su firma.
Llegó un momento en su vida en el que se atrevió a mostrar lo que escribía. Se dio cuenta de que había gente a la que le gustaba lo que hacía. Participó en el Concurso de Cuentos y Narraciones Cortas ‘Ciudad de Cantalejo’. Lo ganó. Y esto le dio el empujón que necesitaba para seguir adelante. Indagando en el actual panorama literario, se topó con la autoedición. Con este método, publicó en Amazon una de sus novelas. Rápido se coló en la lista de las más vendidas. Esto hizo que las editoriales pusieron sus ojos en su trabajo. Y, desde entonces, ha seguido su camino junto a ellas.
El periodismo se puede considerar su vocación frustrada. Se decantó por la Geografía e Historia. Aunque tan solo ejerció como geógrafa en una ocasión. No obstante, reconoce que la carrera es “muy de letras”. Esto le ha sido de utilidad para desarrollarse como escritora. Ya ha publicado nueve novelas con editorial. Y ha autoeditado cinco.
No siempre ha sido así. Pero ahora su vida gira en torno a la literatura. Sus hijos ya son mayores. Puede centrarse en lo que de verdad le hace feliz. Comparte pasión con su padrino. De pequeña, le regalaba infinidad de libros. “Creo que ha hecho un buen trabajo conmigo”, bromea. Seguirá inmersa en el mundo de las letras. Y abordando, a veces “sin querer”, problemas sociales.
