Castilla y León, a través de la Universidad de Valladolid, (UVa), la Fundación Cesefor, la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (Fafcyle) y la Junta, lidera dos programas de innovación forestal punteros en Europa, dotados en su conjunto con 13 millones de euros, con los que se intentarán buscar soluciones al problema del minifundismo.
En el conjunto de Europa existen hasta 20 millones de propiedades forestales que no llegan a las 10 hectáreas, cuando se calcula que para que una explotación forestal sea productiva y tenga una rentabilidad económica debe tener una superficie mínima de cien hectáreas. En Castilla y León el problema aún se agrava más, dado que de los 5,1 millones de hectáreas de superficie forestal, 1,2 millones están en manos de 700.000 propietarios con una superficie media de 1,6 hectáreas por propiedad, por lo que desde la Junta se calcula que entre 1,7 y 1,2 millones de hectáreas forestales son improductivas y, lo que es peor, tienen más riesgo de sufrir un incendio por su falta de explotación.
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, explicó que ambos proyectos, que se encuentran enclavados en el programa Horizonte Europa -marco de investigación e innovación de la Unión Europea para el período 2021-2027-, sitúan a Castilla y León a la cabeza de la gestión forestal de la UE. “Estamos hablando de programas elaborados desde la Comunidad para resolver un problema común de toda Europa”.
Los proyectos seleccionados son el Small Good, liderado por la UVa y Fafcyle y que será coordinado por el Instituto Noruego de Bioeconomía. Además, al mismo se han incorporado como socios instituciones de Alemania, Rumanía, Bélgica y Suiza, y Smurf, iniciativa de Cesefor y que, entre universidades, centros de innovación, pymes, clústers industriales y organización no gubernamentales de Bélgica, Italia, Francia, Portugal y Dinamarca. Ambos proyectos, según explicó Suárez-Quiñones, contaron con la colaboración de la Junta.
Con ambos proyectos se buscarán fórmulas para paliar el problema del minifundismo forestal y ponerlas a disposición de todos los países de la UE. En este sentido, el consejero explicó que una vez que se desarrollen los proyectos y se conozcan sus conclusiones, su departamento será el primero en modificar la normativa existente, los planes estratégicos y la convocatorias de ayudas, para que estén en líneas con los resultados de ambos proyectos de innovación e investigación. “El objetivo de Castilla y León, y por el que se viene trabajando desde hace tiempo, no es otro que explotar los 1,7 millones de hectáreas forestales improductivas que ahora existen en la Comunidad”.
Desde Facyle, su presidente, Jesús Pestaña, se reconoce “orgulloso” de que su programa de innovación haya sido seleccionado por la UE para abordar un “desafío pendiente” en Europa. Además, adelantó que una buena parte del proyecto será la elaboración de un laboratorio de campo, para lo que se seleccionarán dos comarcas en las provincias de Valladolid y Segovia. A su vez, indicó que el proyecto Small Good cuenta con un presupuesto de 7,5 millones, de los que el 14,5 por ciento está asignado a Castilla y León, y tiene como objetivo formar y activar a los pequeños propietarios forestales y desarrollar modelos de negocio y gestión.
Por su parte, el director de Cesefor, Pablo Sabín indicó que el proyecto Smurf es fruto del trabajo de muchos años y destacó que para la fundación es un motivo de “orgullo” ya que es la primera vez que lidera un proyecto europeo de este tipo.
