Castilla y León registró un déficit de 122 millones de euros en sus cuentas hasta finales del pasado mes de mayo, lo que supone el 0,18 por ciento de su PIB, cuando hace un año en el mismo periodo tenía un superávit de 144 millones, el 0,23 por ciento de su economía.
En este mismo periodo, el conjunto de las administraciones regionales acumuló un déficit de 6.193 millones, lo que equivale al 0,44 por ciento del PIB, frente al déficit del 0,20 por ciento alcanzado en el mismo periodo del año anterior, según informa el Ministerio de Hacienda y Función Pública.
Solo dos autonomías contabilizaron superávit en los cinco primeros meses del año: País Vasco, 41 millones, y Asturias, que cerró con un saldo favorable de 38 millones. En términos de PIB, las comunidades con mayor tasa de déficit son Baleares (1,52 por ciento), Murcia (0,98 por ciento), Extremadura (0,92 por ciento), Comunidad Valenciana (0,79 por ciento) y Navarra (0,78 por ciento).
En términos absolutos las autonomías con más déficit fueron Cataluña, con 1.380 millones (0,52 por ciento); Madrid, con 1.291 (0,47 por ciento) y Comunidad Valenciana, con 1.039 por ciento. En mejor situación que Castilla y León se encuentran Asturias, con una tasa positiva del 0,14 por ciento, seguida de País Vasco, un déficit del 0,05 por ciento, La Rioja (0,16 por ciento) y Andalucía (0,14 por ciento).
Hasta junio, el Estado ha registrado un déficit equivalente al 1,71 por ciento del PIB, frente al 1,94 por ciento existente en junio de 2022. De esta forma, el déficit se sitúa en 24.090 millones, lo que supone un descenso del 6,6 por ciento respecto a los 25.795 millones del mismo periodo del ejercicio anterior. Este resultado se debe a un incremento de los ingresos no financieros del 7,9 por ciento, frente al comportamiento de los gastos, que crecen a un ritmo del 5,2 por ciento.
