La Calcografía Nacional de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando renovó (con el apoyo de M&G) los criterios museográficos de su espacio “más representativo”, el Gabinete de Francisco de Goya, donde se expone de forma permanente una selección de las planchas gráficas del artista, y lo celebra con una exposición que decodifica “la brutalidad” del rostro que Goya plasmaba en sus grabados.
Así lo hizo saber el Académico Director de la Calcografía Nacional, en un encuentro con los medios con motivo de la presentación de ambos espacios, este jueves 31 de mayo en Madrid.
En este sentido, resaltó que debido al alto significado en la historia del arte de las obras expuestas de manera permanente en el Gabinete Goya (y por su “carácter único”), la sala es conocida internacionalmente como un centro de referencia para el estudio y contemplación de la obra gráfica de Goya.
“Muy poca gente conoce el tesoro que guarda esta calcografía, solo hay tres calcografías más comparables en el mundo. Contiene todo Goya gráfico, excepto cuatro planchas que el Louvre nos arrebató con bastante falta de sensibilidad”, declaró para explicar que, con el objetivo de expandir el conocimiento sobre el artista, una de las innovaciones es la dimensión didáctica que el espacio antes no tenía, y un video que explica el origen de sus creaciones y su técnica.
Y es que este gabinete, en concreto, alberga las 80 planchas de ‘Los caprichos’, 80 planchas de ‘Los Desastres de la guerra’, 18 de ‘Los disparates’ y los 33 sobres de la ‘Tauromaquia’, un “tesoro inédito a nivel mundial”.
“Los visitantes van a entender que solo con los grabados, Goya habría sido reconocido como uno de los grandes artistas de la historia”, señaló, “este Goya” (y no el de las pinturas) es el “Goya más íntimo” que pinta “sin condiciones y volcando todas sus críticas”.
Para él, los grabados muestran al Goya que “quiere comunicar al pueblo español” y que tenía “un interés didáctico fascinante” puesto que consideraba que el dibujo “debía ser para todos” y, sobre todo “para la educación”, puesto que, a su juicio, esa era la única manera de “transformar una sociedad”. “Era, y así lo mostramos, un gran conocedor del saber popular”, dijo.
“Él reforzaba su vocación didáctica con el dibujo y plasmaba su frustración educativa en sus grabados. Esa es la obra más importante de Goya. Como son estampas pequeñas parece que no tienen importancia, pero en realidad son bombas de relojería”, expresó para añadir que “es el Goya que trabaja para sí mismo y para el pueblo el que aparece en esta exposición”.
En este contexto, hizo hincapié en para él (igual que para Goya) el dibujo y la dimensión artística es “un lenguaje fundamental” que “va a utilizar cualquiera” y son las disciplinas que “realmente abren la mente y fomentan el raciocinio”, y catalogó como “estupidez” que se considere que estas asignaturas “distraen”.
