Señora directora:
El motivo que me dirija a ustedes es para poner de manifiesto una vez más el disparate y la mayor de las incongruencias que se comete a la hora de, supuestamente, facilitar el acceso a las personas con discapacidad a un lugar público: en este caso al convento del CORPUS Christi de nuestra ciudad, donde se ha instalado una rampa para acceder al interior del mismo a fin de que esas personas hagan uso de ella. Pero ¡Ah!, para sorpresa nuestra, es imposible utilizarla, pues existe un escalón de considerable altura en la puerta de entrada al edificio, inviable de todo punto para las sillas de ruedas y bastante complicada para ir con bastones.
Es una pena que, cuando se pensó en acometer dicha obra de accesibilidad no se haya tenido en cuenta el consejo del colectivo de discapacitados. Hecho este que por desgracia se repite con demasiada frecuencia en hechos parecidos.
MANUEL ÁNGEL FDEZ VARAS