La provincia de Segovia registró en 2023 un crecimiento vegetativo negativo de 741 personas, tras contabilizar 919 nacimientos frente a 1.660 defunciones, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su estudio sobre ‘Movimiento Natural de Población. Indicadores Demográficos Básicos’.
En el conjunto de Castilla y León, el saldo vegetativo negativo fue de 15.606 personas, lo que la sitúa como la segunda autonomía con peor comportamiento, solo por detrás de Galicia, que contabilizó 18.778 muertes más que nacimientos.
En cuanto a los nacimientos, la Comunidad anotó la cuarta mayor caída de todo el país, al contabilizar un 4,86% menos que en 2022, para un total de 12.496. Solo La Rioja (con una caída del 8,76%), Cantabria (con una evolución negativa del 7,69%) y la Comunidad Foral de Navarra (con un retroceso del 5,53%) apuntaron peores registros.
Y respecto a las defunciones, también se redujeron en Castilla y León, que registró el tercer mayor retroceso del conjunto del Estado, al descender un 9,4% hasta las 28.102. La caída, general en todas las autonomías, fue más pronunciada solamente en Cantabria (donde alcanzó un 10,86%) y en Aragón (9,88%).
El informe constata que el indicador coyuntural de fecundidad de la Comunidad se situó en 1,06 hijos por mujeres en 2023, por debajo de la media nacional de 1,12. Castilla y León sólo supera la media de hijos por mujer de Canarias, 0,84; Asturias, 0,94; Cantabria, 0,97; Galicia, 0,99; y Baleares, 1,05.
Los datos de mortalidad sitúan a Castilla y León como la tercera autonomía con mayor tasa bruta, con 11,77 defunciones cada mil habitantes, solo por debajo de los 12,91 de la autonomía asturiana, y los 12.13 de Galicia, lejos de los 8,96 de la media de España.
La esperanza de vida al nacimiento en Castilla y León se sitúa, según el informe difundido por el INE, entre las más elevadas del conjunto nacional, con una media de 84,5 años, que sólo superan Madrid (85,4) y la Foral de Navarra (84,8). La media para el conjunto de las autonomías se sitúa en los 83,8 años.

Por provincias, los nacimientos descendieron un 8,17% en Ávila (hasta los 832), un 8,16% en Palencia (788), un 7,22% en Soria (501), un 6,33% en Burgos (1.999), un 5,55% en Valladolid (2.977), un 3,55% en Salamanca (1.683), un 2,59% en León (2.103), un 2,39% en Zamora (694) y un 1,18% en Segovia (919).
En cuanto a las defunciones, bajaron un 14,36% en Salamanca (para un total de 3.770), un 11,90% en Soria (1.088), un 11,62% en León (5.878), un 11,48% en Palencia (1.990), un 10,71% en Ávila (1.975), un 9,72% en Zamora (2.545), un 5,87% en Valladolid (5.130), un 4,71% en Segovia (1.660) y un 4,51% en Burgos (4.066).
De esa manera, todas las provincias de la Comunidad, tuvieron un crecimiento vegetativo negativo, con León a la cabeza, al anotar 3.775 defunciones más que nacimientos; Valladolid, 2.153; Salamanca, 2.087; Burgos, 2.067; Zamora, 1.851; Palencia, 1.202; Ávila, 1.143; Segovia, 741; y Soria, 587.
