“Para mí esta exposición es muy importante, muy emocional, porque yo llegué a Segovia hace cinco años y realmente descubrí Segovia y todo lo que se puede ver aquí se ha creado aquí. Para mí Segovia ha significado algo importantísimo, yo creo que la energía que hay aquí es muy especial para crear: la luz, los colores, la gente…”. Así explica la artista Pachuca Sotomayor su nueva exposición, ‘Procesos’, que puede verse en La Alhóndiga hasta el próximo 18 de marzo.
Es una muestra de pintura en la que no solo hay cuadros, también muebles ‘pintados’ por la artista, para quien cualquier objeto puede ser convertido en arte. “Cualquier objeto vale —explica—. Todo acto creativo es importante, no solamente se crea en el estudio. Para mí la creación es una forma de vivir, una manera de relacionarme con las personas; me interesa esa conexión con todo lo físico, con un cuadro, con un mueble, con una persona… también se puede ser tremendamente creativo cuando estás abierto, a disposición de los demás, de compartir y de pertenecer”.
Pachuca Sotomayor: “Creo que los cuadros son como mapas emocionales que a todos nos resuenan, el artista es un artesano y yo me pongo al servicio de la creación”
Y ese modo de entender la creación puede verse en las obras de Sotomayor, en las que se aprecia esa comunión entre la artista y su obra, ese viaje que realizan juntas, de la mano, sin forzar. “Es muy importante la honestidad en la creación, cuando tú eres honesto contigo mismo y cuando no intentas manipular, cuando te pones es esa disposición, entonces el cuadro ‘es’. Hay veces que intentas controlar, manipular el mensaje y entonces el mensaje se va, hace pufff y ya no está. Pero cuando tú bailas con la realidad, para mí es muy importante la música, y cuando estás en ese baile interior las manos van solas y el mensaje fluye, bailas con el cuadro y él te va pidiendo y tú le vas dando. Luego hay veces también que tú le pides y el cuadro se deja, pero cuando le pides y no es, no se deja. Es una relación muy emocional, igual que nos pasa con las personas”, afirma.
Respecto a estos ‘Procesos’ expuestos en La Alhóndiga, apunta que “los cuadros son muy matéricos, utilizo arenas del mundo entero, que me traen mis amigos: del desierto, de Sudamérica, de Asia, de España, de Portugal… y con esas arenas y viendo de dónde vienen las voy utilizando”. Pero no solo arena, también hay sacos de café cubano y otros muchos materiales que ayudan a ir dando forma a unos cuadros que no solo pueden verse, también pueden tocarse, porque están preparados para que el espectador los disfrute a todos los niveles.
Puede apreciarse también en sus obras lo más profundo de su alma, volcada en cada creación: “Crear no es solo conocer una técnica, puedes conocer una técnica muy bien o tener una técnica muy perfeccionada, pero si no hay alma… El acto creativo es fundamental que tenga alma, el interior que todos tenemos que aportar tiene que estar presente y, según mi experiencia personal, solo puedes hacer eso cuando tú estás en orden dentro, cuando tú te conoces, cuando empiezas a hacer ese viaje interior”.
Marifé Santiago: “Pachuca dice que no escribe y que le encantaría en otra vida ser poeta; y yo le digo que no es verdad, porque se escribe de muchas maneras y ella utiliza gestos”
Parte fundamental del alma de Sotomayor la marca su feminidad, una característica que cada vez más mujeres ponen en valor, algo a lo que ella anima, porque gracias a “ese potencial que todas las mujeres tenemos, vas descubriendo que lo femenino es otra cosa, lo femenino tiene un poder inmenso, es lo que completa el círculo y cuando te pones en esa disposición tienes ese mensaje que aportar. Por eso los cuadros son mapas emocionales”.
En el mismo sentido presenta la concejala de Cultura, Marifé Santiago, la obra de Pachuca Sotomayor, invitando a segovianos y visitantes a disfrutar de su exposición, porque “a nada que entremos aquí y nos dejemos llevar por la forma y por la imagen vamos a descubrir algunos de los mundos que ella quiere que estén en su obra. Pachuca dice que no escribe y que le encantaría en otra vida ser poeta; y yo le digo que no es verdad, porque se escribe de muchas maneras y ella no utiliza palabras, pero utiliza gestos, y eso hace que su obra esté muy cerca de autores que han hecho de la pintura un lugar de conocimiento, un lugar de expresión y de reflexión”.
