Todos hemos sufrido con las terribles noticias que nos han llegado por las inundaciones de la Dana de Valencia y nos ha sorprendido que los medios no se hayan hecho eco de que la ciudad de Valencia haya sido salvada del desastre gracias a que hace años se hizo la desviación del Río Turia.
Comprobé hace años en Valencia cómo el antiguo cauce se había convertido en un maravilloso parque en el centro de la ciudad. Pude ver también el nuevo cauce y la magnitud de la gran obra realizada para alejar el cauce del río y por tanto el peligro del centro de la ciudad. Muchos años después de realizada tan gran obra se ha visto su gran utilidad aunque no se hable de ella y se agradezca la labor de los que piensan en el futuro y protegen las poblaciones
Cuando ocurrió la desgracia este pasado 29 de octubre llamé a amigos valencianos que me confirmaron que efectivamente el desvío del Turia realizado tras la gran riada de 1957 había salvado ahora a la ciudad de Valencia en 2024. Días después leí un artículo interesantísimo y certero en el periódico “Las Provincias” que firmaba un arquitecto llamado Julio Gómez-Perreta donde denunciaba las manifestaciones partidistas de izquierda que acudieron desde Cataluña a protestar e incendiar valencia, eran los mimos que paralizaron el plan hidrológico nacional en 2004 que preveía que se hubiera conectado el barranco del pollo con el nuevo cauce del Turia, lo que hubiera evitado esa catástrofe. En el artículo se denunciaba a un ecologismo fanático que acabó con las protecciones del Plan Hidrológico Nacional de 2004 y que incluso pretendía recuperar el cauce antiguo del Turia lo que hubiera arrasado a la ciudad de Valencia. Juzgaba estos comportamientos como miserables con la fuerza moral que le da el apellido….
El apellido era igual que el de Antonio, amigo de mis padres, que fue presidente de Caja Segovia. Preguntando pude saber que Antonio, además de su hermano Felipe que regentaba un conocidísimo comercio de paños, tenía otro hermano al que nunca conocí ni sabía de su existencia llamado Claudio, como su padre, el más pequeño de todos, que fue ingeniero de caminos, canales y puertos criado en la casa familiar al lado del Acueducto y que fue el artífice de grandes proyectos para Valencia. El primero la desviación del río Turia tras las inundaciones del 1957 cuando era un joven ingeniero del Ministerio de Obras Públicas allí destinado y posteriormente, cuando se jubiló del Ministerio de Obras públicas, participó activamente en encontrar un camino mediante túneles y puentes al Ave Madrid-Valencia y a la autopista A3 con proyectos eficaces que salvan a la ciudad de Valencia de un aislamiento geográfico con el centro de la península que anteriormente existía.
Creemos que Claudio Gómez-Perretta debería recibir el mayor reconocimiento, tanto por los ciudadanos de Valencia como por los de Segovia. Los Gómez-Perretta tenía la casa familiar junto al Acueducto y quizás contemplar desde niño esa gran obra romana para abastecer de agua al centro de Segovia fue lo que llevó al niño y joven Claudio a ser en la edad adulta un excelente ingeniero para canalizar el agua, evitando desgracias y atrasos.
Muy cerca del Acueducto está también la Academia de Artillería de Segovia, uno de los centros de formación militar más antiguos del mundo, donde un militar llamado José de Paz trabajó como profesor y jefe de estudios gran parte de su vida. Cuando falleció su hija Ana, mi mujer, en el año 2014, profesora y pedagoga del aula hospitalaria del hospital de la paz en Madrid, se creó una fundación en el año 2015 que lleva su nombre con la misión y el lema “ formación y ayuda a la infancia necesitada” que tengo el honor de haber impulsado y presidir y que ayuda a proyectos infantiles en países en desarrollo y que en España ayuda a niños a los que la enfermedad les ha disminuido las posibilidades de seguir adecuadamente el curso dándoles alguna ayuda y refuerzo. En base a este bonito nombre y a las intenciones de la Fundacion se crearon los premios anuales de Paz por la Paz.
El primer premio, llamado “La Paz y Seguridad”, se proclamó el 2 de julio de 2016 en Segovia, precisamente en la Academia de Artillería de Segovia en un acto conducido por la periodista Paloma Gómez Borrego, que había acompañado a tantos Papas contando sus viajes.
Nos acompañaron el ex defensor del Pueblo, Álvaro Gil Robles; misioneros de San Juan de Dios cuyos compañeros habían muerto de ébola; el teniente coronel Villalobos víctima de ETA tras un atentado que le mutiló las piernas; también algunos militares, entre ellos, el general de infantería, Alberto Asarta, que había sido el primer español mandando la misión de Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL) , que dio paz a una generación de niños en Líbano y donde murieron en el empeño varios españoles tras un atentado terrorista. Además, Asarta, años antes había sido un héroe en la guerra de Irak, donde salvó un hospital en la localidad de Nayaf donde se atrincheraron terroristas. Por ese excepcional acto recibió la medalla militar con distintivo rojo por méritos de guerra que muy pocos militares tienen.
El general Asarta, se desplazó desde su lugar de residencia, Castellón, a Segovia en aquella ocasión a la presentación de los primeros premios de La Fundación Ana de Paz dedicados a la “La Paz y la Seguridad” donde nos conoció. Después ha seguido a nivel personal apoyándonos cada año a año. De los primeros premios, dedicados a “La Paz y la Seguridad”, publicamos un libro que eran manos de adultos que protegían a las de un niño.
Al año siguiente en el 2017 dimos los II premios de Paz por la Paz dedicado a “la Paz y el Agua”, en un acto presidido por la ministra de Agricultura en la sede de ese Ministerio en Madrid, nos acompañaron y premiamos a grandes empresas españolas de ingeniería que son líderes mundiales en las obras públicas del agua, también reconocimos misioneros españoles en Etiopía a los que nuestra pequeña Fundación haciendo un esfuerzo ayudó a financiar un pozo en la frontera con Kenia, donde posteriormente se construyó una misión y una escuela a la que seguimos ayudando, de hecho, este año en los IX premios de Paz por la Paz dimos un premio a una pareja de profesores españoles que dirigen dicha escuela.
Tras el pase a la reserva el general Asarta, que había sido también uno de los primeros jefes cuando se creó la UME, salió elegido como diputado nacional por un partido político. Hace unos días ha hecho una certera interpelación a la ministra del Ejército sobre la ausencia en los primeros días del ejército en la catástrofe de la Dana, comenzando su interesante alocución, que ha recorrido todos los medios de comunicación, con una frase: “¿Sabe usted que la primera responsabilidad de un Gobierno de cualquier país del mundo es la protección de sus ciudadanos?” Esta interpelación expresa lo que muchos españoles pensamos y en pocos lugares se dice y ha sido muy difundida a través de las redes sociales al aclarar que la Dana exigía una respuesta nacional, como se marca en la ley de Seguridad Nacional y las Fuerzas Armadas deben preservar el orden y que la creación de la UME debe ser la canalizadora de las Fuerzas Armadas. Dio dato de la legislación y de lo que no se había hecho, ni por el ministro del Interior y que no era necesario que el responsable de la Comunidad Autónoma tuviera que pedir nada (“si necesitan ayuda que lo pidan”) dio razones de que la legislación establece la implicación nacional y de las Fuerzas Armadas y nada se hizo y eso en su intervención en el Parlamento, alto y claro, el diputado Alberto Asarta con gran conocimiento de lo que hablaba, así lo hizo. Qué bueno sería y qué poco frecuente es, intervenciones de diputados expertos, de cierta edad que puedan hablar así con ese conocimiento tan vivido de lo que hablan.
Obras son amores, tanto el Acueducto de Segovia, como las obras de Gómez-Perretta superando obstáculos e incomprensiones deben tener todo nuestro reconocimiento y huir de cantos de sirena como ese ecologismo mal entendido que solo crea destrucción y enfrentamiento. La destrucción de presas y abandono de los cauces impiden garantizar el agua tan necesaria para la vida y traen desastres y catástrofes como la sufrida en Valencia con 223 muertos. La obra de Gómez-Perretta influida por la maravilla que veía de niño cada día junto a su casa cerca del acueducto de Segovia le llevó a construir una importante obra de ingeniería en Valencia desviando el cauce y que estuvo años en silencio, pero cuando ha hecho falta ha salvado a la ciudad de Valencia del desastre.
Algunos valoramos la triada de “Conocer, valorar y agradecer”. De bien nacidos es ser agradecidos.
El tiempo dirá si Segovia y Valencia dan el reconocimiento que se merece a un ingeniero nacido y criado junto al Acueducto, que hizo una obra que cuando hizo falta salvó vidas, evitando la destrucción y que, además, hizo proyectos para llevar el progreso y la seguridad en las comunicaciones acercando aún más la tierra en la que nació y en la que ejerció su profesión creando un lazo de acercamiento entre Valencia y Segovia.
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Jesús Hernández Manso
Presidente de la Fundacion Ana de paz
