Todos los gimnasios de Segovia afrontan en verano su temporada más tranquila pero, dentro del sector, no todos se han repuesto igual de la sacudida de la pandemia. Hace dos años que los centros de entrenamiento personal experimentan un auge, y su número de usuarios ya está un 40 por ciento por encima del que registraron en 2019.
“Estamos hasta arriba”, asegura el gerente de ‘Spartan Center’, Rufo Martín. Todos los meses, se inscriben en el centro entre ocho y diez personas nuevas, gracias a las recomendaciones de otros clientes y a la difusión de su actividad en redes sociales.
La mayoría de los que demandan servicios de entrenamiento personal son atletas y opositores a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque también hay quienes “simplemente quieren cuidarse”, después de que la pandemia haya confirmado lo “importante” que es prestarle atención al estado de salud. Esto ha dado un gran impulso al mundo del fitness, y así lo reflejan los datos del ‘Human Perform’, que realiza un trabajo individualizado y adaptado a las necesidades de sus clientes.
“La gente ya es más consciente de que tiene que darle prioridad a la salud sobre otras cosas”, afirma Martín. De hecho, la crisis sanitaria hizo que el ‘Human Perform’ modificara su estrategia; han pasado de orientarse a un trabajo de alto rendimiento o readaptación de lesiones, a otro de mantenimiento o mejora de la actitud física. Esto se debe, además, a que ha cambiado el perfil del cliente: cada vez es mayor el porcentaje de mujeres y la edad de los usuarios. “Cuando abrí, el 90 por ciento eran chicos, y ahora el 60 por ciento son chicas”, cuenta Martín.
La llegada a Segovia de dos de las principales cadenas de gimnasios españolas hizo “mucho daño” y supuso una “enorme” competencia para los centros deportivos más pequeños, algunos de los cuales perdieron “más de la mitad” de los clientes, como fue el caso del ‘Spartan Center’. Sin embargo, hace años que esto cambió, puesto que son muchos los usuarios que “vienen cabreados” de esos gimnasios, en busca de asistencia y atención personalizada. Es por ello por lo que la situación “dramática” que estos centros vivieron en la crisis sanitaria contrasta con su estado actual, al haber logrado “remontar” y alcanzar sus mejores datos.
El volumen de negocio que están registrando este año, en comparación con el de 2019, lleva a los gerentes de los centros de entrenamiento a ser optimistas y tener “muy buenas” perspectivas para 2022. Las cifras son cada vez más altas por lo que, “a futuro, hay aún más posibilidades de crecer”, garantiza Martín.
