Poco antes del mediodía de este jueves, el termómetro de una de las oficinas de farmacia de la Calle Real marcaba la estremecedora cifra de 42,5 grados centígrados. A escasos metros, el luminoso de otra de las farmacias reducía esa cifra diez grados hasta marcar los 32 grados. Sin atribuir esta diferencia de temperaturas a una perturbación meteorológica propia de la Calle Real, el hecho cierto es que en ambos casos registraban valores por encima de la media en la ciudad, por lo que los pronósticos se han cumplido y la tan temida como esperada ola de calor ya ha llegado y se quedará en la ciudad para subir las temperaturas hasta el próximo lunes, con cifras de hasta 39 grados.
La jornada de ayer jueves preludió lo que se espera que sea el fin de semana más caluroso del verano. Ya la madrugada dejó temperaturas por encima de los 25 grados -las mínimas mas altas registradas en toda Castilla y León– que hicieron difícil conciliar el sueño en los hogares, y a lo largo del día, fueron subiendo hasta alcanzar los 35 grados, según los datos facilitados por la AEMET.
Los rigores del particular ‘ferragosto’ segoviano fueron soportados tanto por los segovianos como por los turistas que comienzan de nuevo a llenar las calles de la ciudad. Cualquier lugar era bueno para buscar la necesaria sombra, desde los arcos del Acueducto a los soportales de la Avenida del Acueducto o la Plaza Mayor. Los grupos que realizaban visitas guiadas seguían las explicaciones de los guías turísticos evitando el sol inclemente bien en los escasos puntos de umbría de la Calle Real o pertrechados con gorras e incluso sombrillas.
En las zonas verdes de la capital, los segovianos buscaban el frescor de los valles del Eresma y del Clamores, de la alameda de La Fuencisla o de parques urbanos como La Dehesa, el Cementerio o los Jardinillos de San Roque, donde a la caída de la tarde se daban cita para poder disfrutar de unas horas al fresco antes de que anocheciera. Las terrazas de los bares también fueron elegidas como lugar de ocio y de refresco, donde la sombra de sombrillas y toldos era el complemento perfecto para acompañar un refrescante aperitivo.
Las piscinas fueron también lugares recurrentes para combatir el calor, y con el límite de aforo marcado por las autoridades sanitarias, albergaron a decenas de segovianos deseosos de disfrutar de su peculiar trocito de playa.
Un duro fin de semana
Pero lo peor parece por llegar. Las previsiones de la AEMET apuntan a que la jornada de este viernes, y sobre todo la de mañana sábado serán especialmente duras en cuanto a la temperatura. Así, se espera para hoy una máxima de 37 grados, que será de 38-39 grados el próximo sábado, y las mínimas se situarán por encima de los 24-25 grados, lo que hará difícil el descanso nocturno.
El domingo 15 de Agosto, festividad de la Asunción de la Virgen, marcará de nuevo elevados valores termométricos, y no será hasta el lunes 16 cuando las temperaturas comiencen a bajar por debajo de los 30 grados, en lo que será una semana más tranquila, pero sin olvidar que estamos en pleno verano.
Siempre que se habla del tiempo, las opiniones varían tanto como las personas. Mariano, un jubilado de 78 años que pasea por la ciudad asegura que el calor “es peor que el frío, porque al frío hay que echarle ropa, pero el calor se pasa peor”, y asegura que Segovia ha vivido meses de agosto a lo largo de su historia con días de canícula tan duros como los que nos esperan estos días. Por otra parte, Valen, una mujer de 56 años considera que en verano “tiene que hacer calor, igual que en invierno tiene que hacer frío”, y en su opinión cuando el verano es caluroso en Segovia “no hay quién lo aguante”.
Serán días de refrescos, gorras, abanicos, hielo y, sobre todo, precaución para todos aquellos a los que las altas temperaturas puedan generarles problemas de salud.
El golpe de calor, un enemigo invisible que se puede combatir
Una de las principales amenazas, si no la mayor, de la exposición prolongada a altas temperaturas es el denominado ‘golpe de calor’, que hace subir la temperatura del cuerpo de forma brusca, lo que genera la pérdida de agua y sales minerales esenciales para su buen funcionamiento. Las autoridades sanitarias advierten de la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar este problema, especialmente en los grupos de riesgo más proclives como son los niños, personas con enfermedades crónicas o personas mayores, y su sintomatología puede aparecer de forma repentina o tras varios días de altas temperaturas.
La sintomatología del golpe de calor se manifiesta al aparecer problemas como sudoración excesiva, agotamiento, canasncio o debilidad, vértigo, dolores de cabeza y de estómago, náuseas, sed intensa y sequedad en la boca y temperatura corporal por encima de los 39 grados. Ante la aparición de varios de estos síntomas, es importante trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado y ofrecerle agua fresca y/o con un poco de sal, y acudir de forma inmediata al hospital para ser tratada por los especialistas.
De forma preventiva, en época de altas temperaturas de forma prolongada es conveniente evitar bebidas muy frías o muy calientes, así como con cafeína o azúcar en exceso. También conviene evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, así como el consumo de alcohol y la actividad física intensa.
