Hace unos días, se aprobó por el Consejo de Ministros el Anteproyecto de la nueva Ley de Seguridad Nacional. Son quince páginas, repletas de un autoritarismo e intervencionismo, que realmente asustan.
Resulta alarmante comprobar cada día los tic autoritarios de Sánchez, y huele tan mal lo que pone que resulta difícil de entender cómo algunas personas que le asesoran no sólo lo permitan, sino que lo defiendan.
Con la nueva Ley se permitirá recortar los derechos y libertades de todos los españoles por la puerta de atrás; intervenir o expropiar los sectores productivos industriales y estratégicos privados; movilizar obligatoriamente a toda la población mayor de edad para que realice las prestaciones que el gobierno indique e, incautar o requisar bienes de particulares en muchos casos sin posibilidad de indemnización; anular la transparencia de información obligada del Gobierno, la disponibilidad total de los medios de comunicación para informar y decir “lo que el gobierno les diga” y todo ello con plenos poderes del Presidente Sánchez, que incluso podría llegar a declarar la situación de interés para la Seguridad Nacional, sin escuchar siquiera al Consejo de Seguridad Nacional y todo ello además, sin ningún control del Parlamento. Más que una Ley de Seguridad Nacional, parece un instrumento de vigilancia, de control y dominio absoluto de la población. En definitiva, la Ley de la Inseguridad y el secuestro de todos los españoles.
El intervencionismo de Sánchez es tal que estremece sólo pensar hasta dónde es capaz de llegar
Esta Ley pretende o daría al Gobierno, la posibilidad de convertir a todos los ciudadanos en sumisos servidores de los deseos de Sánchez, disponiendo de sus vidas y sus haciendas e incluso de sus voluntades. El intervencionismo de Sánchez es tal que estremece sólo pensar hasta dónde es capaz de llegar. Este anteproyecto de Ley es sin duda alguna, la foto retrato del actual Gobierno y de quién lo preside, y es más propia de regímenes totalitarios que de las democracias. Asusta, escandaliza, da miedo pensar, lo que sería capar de hacer una persona que sólo busca el poder por el poder, una persona que reniega permanentemente de todo lo que ha dicho, ofreciendo, sin ruborizarse, mentira tras mentira. Su autoritarismo es irremediable y sólo busca gobernar y someter a los ciudadanos sin controles parlamentarios.
Esta Ley, como dijo el Presidente Casado hace unos días, va contra las libertades democráticas de todos los ciudadanos, pero a Sánchez, la libertad de los españoles le molesta, sólo le importa su persona.
(*) Diputado por PP Segovia.
