No tenemos que elevar mucho la voz para que se nos oiga, más que nada porque lo que se manifiesta es de todos conocido y lo que prima en la industria cinematográfica es el espectáculo. Sí, a alguien se le ocurrió colocar el marbete de Séptimo Arte al cinematógrafo, y resultaba molón, y claro, los que tienen un oficio en el mundo del cine: actores, actrices, cineastas, fotógrafos, guionistas etc., etc., el calificativo de artista los viste con traje de gala, en lugar de con ropa de trabajo. Pero la circunstancia es la que hay, y una productora busca cualquier circunstancia de la vida diaria que pueda servir de trama para una película, que de inmediato adquiere y trata de convertir, bajo el epígrafe de guion, en un producto rentable en taquilla, en el mercado, y si además el producto creado es encomiable, mejor que mejor. ¿La cultura del entretenimiento?
Las fechas navideñas que nos muestra el calendario siempre han sido una mecha de creatividad y el cine, digamos audiovisuales, no se priva de ese regalo, y de una manera sucinta vamos a visitar las películas en las que la cinematografía mundial ha tomado la Navidad como germen de sus creaciones.
Qué mejor manera para comenzar esta breve andadura que con una producción propia, española, de un director, cineasta y guionista cuya creación ha ganado una entrada en el diccionario de la RAE. Berlanguiano: “Que tiene rasgos característicos de la obra de Luis García Berlanga”, es decir, caóticos, esperpénticos. Bien, la película en sí es Plácido (1961), filmada en blanco y negro por Luis García Berlanga. “Siente un pobre en su mesa”. Bajo dicho lema se monta la historia que se desarrolla en una ciudad de provincia. Al filme no le falta nada de lo que Berlanga hace gala, ironía, cinismo, humor… en cuyo plantel encontramos a Casto Sendra “Cassen”, José Luis López Vázquez. Elvira Quintillá y Manuel Alexandre. Sin duda una película que, si se ha visto, contemplarla de nuevo es disfrutar dos veces y si es de estreno, una manera de crear adictos para el cine, con arte o sin él.
Qué navidad, los de mi generación, no hemos visto en la pantalla de la televisión española la única, la entrañable La gran familia (1962) de Fernando Palacios. No exenta de los estereotipos del momento y sin abandonar el tono dulzón de una gran familia, contiene una sucesión acertada de sketches, bien aderezados con unos chispeantes diálogos con clara influencia de Mihura, Tono y la humorística revista La Codorniz. Si a esto incluimos en los principales papeles a Alberto Closas y Amparo Soler Leal, bien acompañados por José Isbert y José Luis López Vázquez entre otros, se está ante todo un plantel. No hay duda de que la película será, como lo fue, todo un éxito. Y como pasa cuando la taquilla funcionó, tuvo su secuela con tres producciones más. Buen balance de resultados.
Sin duda, la particularidad de la película que acompaña este párrafo es que una parte de su metraje está rodada en Segovia capital, por lo demás, poco más podemos añadir que dé valía a la realización de No dejaré que no me quieras (2002) de José Luis Costa. Una Nochebuena en un restaurante chino dos hombres planean como resolver los problemas que tienen con sus respectivas esposas. Ambiciosa película con un resultado trivial.
No quiero abandonar este balance de cine navideño de producción propia sin aventurarme con la gamberra, “una comedia de horror espléndidamente blasfema”, como apuntó un crítico, película de Álex de la Iglesia, El día de la bestia (1995). La acción transcurre un 25 de diciembre. Nochebuena. Sin duda, una película de culto.
La Navidad forma parte de la cultura occidental y está presente a ambos lados del océano Atlántico y no podemos dejar de recordar a la inolvidable Qué bello es vivir (It’s a Wonderful Life) dirigida y producida por Frank Capra en 1946, teniendo su inspiración en el cuento de Philip Van Doren Stern The Greatest Gift (El mayor regalo). Con el inestimable James Stewart, junto a Donna Reed y Lionel Barrymore, conforma un celuloide indispensable en las Navidades de cualquier televisión, en cualquier país que se precie. Cine fantástico de calidad qué quizá peque de cierto buenismo. Que, como cuento de hadas, enternece.
En el género de comedia dramática presentamos De ilusión también se vive (Miracle on 34th Street), película de 1947 dirigida por George Seaton. Aquí Santa Claus toma protagonismo y su magia hace que el filme gane tres Premios Oscar en las categorías de mejor argumento, actor de reparto y mejor guion adaptado. Tiene un plantel sugerente, Maureen O’Hara, John Payne, Natalie Wood y Edmund Gwenn, quien recibió el Oscar al mejor actor de reparto. El patriotismo o la propaganda de sus “virtudes” la suele manifestar mediante, una de ellas, su filmografía, y la película que nos ocupa ha sido seleccionada para su preservación en el Registro Nacional de Cine de Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso, por considerarse «cultural, histórica o estéticamente significativa». Puede ser que una de las frases que se escucha en la proyección, la pronuncia Fred Gailey, “La fe es creer cosas cuando el sentido común te dice que no lo hagas”, ponga de manifiesto su esperanza. Evidentemente, el cine es fantasía.
¿Qué historia tiene mayor aceptación como muestra de la fantasía de la Navidad? Sin duda, el cuento más popular y con más adaptaciones, no solo para el cine, con personajes reales o con animación es Cuentos de Navidad de Charles Dickens. Con diferentes carteles el avaro Ebenezer Scrooge ha llenado butacas en múltiples salas de cine en todo el mundo y todavía hay algún título esperando su estreno. Y a este le vamos a dedicar un pequeño homenaje. Ebenezer: A Christmas Carol (2026), dirigida por Ti West, promete una imaginación diferente de los fantasmas victorianos, con Johnny Depp en el papel del avaro, con fecha de estreno para el 13 de noviembre de 2026.
En dibujos animados encontramos Scrooge (2009) de Robert Zemeckis, que es igualmente el guionista, con la siempre comercial presencia, en los papeles de fantasmas y voz, de Jim Carrey. Los teleñecos, de la mano de Brian Henson, se acuerdan de Dickens en el musical The Muppet Christmas Carol (1992), con guion de Jerry Juhl.
Podemos mostrar muchas adaptaciones, guiones de los Cuentos de Navidad, pero para que nadie adultere tu imaginación con unos fantasmas que no son tus fantasmas, encuentra el libro Los cuentos de Navidad de Charles Dickens y manda a los productores de cine a paseo. Tu imaginación supera las imágenes del celuloide. Es Navidad.
