Las segovianas respondieron un año más, y ya van once, a la convocatoria de la Marcha de Mujeres, un sueño hecho realidad de un grupo de entusiastas que quisieron involucrar a las mujeres en una fiesta de convivencia y amistad, caminando por su ciudad, en la que ya participan hasta tres generaciones de una misma familia. Una marea azul formada por 3.500 mujeres partía hoy a las once de la mañana desde la Plaza Mayor, bajo un cielo azul y un sol radiante, avanzando por las calles Marqués del Arco y Daoíz, hasta llegar al Alcázar, para continuar por la ronda de Juan II hacia el puente de Sancti Spiritu. La subida por Ezequiel González y Conde Sepúlveda, con una ligera cuesta, fue quizás la parte más dura de un trazado planteado para que puedan completarlo personas de todas las edades y de toda condición física. Tras rodear el Parque de la Dehesa, por la carretera de San Rafael, la marcha discurrió, ahora cuesta abajo, por la avenida de la Constitución, hasta la plaza de Somorrostro y seguir por la calle Independencia, calle de Los Coches, Avenida del Acueducto y concluir en el Azoguejo.
‘Arte, belleza. Madre Tierra’. Este era el lema de la marcha de este año, un guiño a la Madre Tierra, al cuidado y la protección del planeta. Y siguiendo con el lema, la foto final de la marcha, que formaron las mujeres en una silueta gigante en la plaza Oriental (Plaza de Artillería), estuvo dedicada a uno de los símbolos femeninos de la provincia, la Mujer Muerta, que duerme plácidamente en el seno de la Sierra de Guadarrama. Y ayer despertó de su largo sueño, ante el clamor y el júbilo de las miles de segovianas que inundaron las calles de Segovia para celebrar el Día de la Madre y demostrar que las mujeres pueden mover el mundo. En esta ocasión las caminantes lucieron una camiseta azul, “como el cielo y como la bandera de Segovia”, según comentaron las organizadoras en los días previos a la marcha. El diseño de la camiseta, en la parte delantera, fue elaborado por ‘Pura Vida’. Y en la parte posterior, aparecía la foto de grupo que se hizo el año pasado en la marcha, los latidos del corazón ideados por el artista segoviano Luis Moro. Este último no quiso perderse este año esta fiesta de la mujer, ya que no pudo asistir a la pasada edición, y en la línea de llegada, sorprendido, comprobó el “poder” de la mujer segoviana. Además, en esta edición se ha creado, en colaboración con el colectivo de artesanos y tatuadores, un broche de cuero, con una espiga en el centro, que simbolizaba el amor hacia la Madre Tierra en la piel. Este broche se ofreció a las participantes en la marcha, junto con la camiseta, en el momento de la inscripción, que también incluía un bocadillo al final del recorrido. De hecho, los voluntarios que todos los años colaboran en la organización de la Marcha, prepararon unos 3.600 bocadillos de jamón, antes de que llegaran las caminantes, para los que se utilizaron 18 jamones.
Hora y media después de iniciar el recorrido en la Plaza Mayor, aparecían al fondo de la Avenida del Acueducto las primeras camisetas azules, que avisaban de la llegada del grupo, que en esta ocasión llegó al completo, después de reagruparse en dos ocasiones a lo largo de la ruta. Risas, conversaciones, alegría, ambiente festivo, en definitiva, se veía en las caras de las mujeres (madres, hijas y abuelas) a su llegada a los pies del Acueducto, donde se fueron colocando en el perfil de la Mujer Muerta dibujado en el suelo, para hacer la imagen de la gran familia de mujeres, con los fotógrafos a 40 metros de altura para captar la fotografía.
Y después, qué mejor que terminar la fiesta con música y baile. Todas las participantes realizaron la coreografía preparada para el momento por la organización, con la canción ‘Hoy toca ser feliz’, del Mago de Oz, invitando a todas las mujeres a cumplir sus sueños, como el de María José Esteban y Josefina Pérez, que hace once años pensaron en una marcha de mujeres, y hoy en día ya es una gran realidad, una de las citas más importantes del amplio calendario de marchas segovianas. El resultado de aquella idea emociona y hace reflexionar sobre la fuerza que está alcanzando esta iniciativa que comenzó siendo un acto solidario con las mujeres que sufren y contra la violencia de género, al que ahora cada caminante pone su propia reivindicación.
La undécima edición de la Marcha de Mujeres de Segovia batió un nuevo récord de participación, demostrando que la unión hace la fuerza, y que las mujeres siguen caminando y trabajando por una igualdad de verdad. Ayer les acompañó hasta la Mujer Muerta, que despertó por un día.
