La actividad minera en Segovia representa una de las más relevantes en cuanto a valor económico y a términos laborales. A día de hoy existe un centenar y medio de empresas que tienen contratadas a unas 800 personas, la mayoría de alto nivel técnico. Pero además se trata de un sector que genera mucho empleo indirecto a través de industrias auxiliares.
Los principales materiales que se extraen en la provincia de Segovia son feldespatos, arenas silíceas o pizarras. La mayor parte de estos productos se exportan. Por ello un gran volumen de empleos indirectos dependen de la minería, sobre todo en transporte.
Como ejemplo del importante motor laboral y económico que supone la actividad minera basta citar a la que hoy es la empresa privada con mayor volumen de empleo: Verescence, que se encuentra en El Real Sitio de San Ildefonso y está dedicada a la producción de productos de vidrio. Su plantilla la integran unos 500 trabajadores.
Segovia es una provincia muy rica en minerales. No tanto por contener grandes concentraciones de productos, sino por la variedad que se encuentran en sus suelos. Los geólogos atribuyen esta peculiaridad segoviana al hecho de que en el subsuelo confluyen las tres principales unidades geológicas de la península ibérica: macizo Hespérido, cuencas alpinas, y cuenca Cenozoica del Duero. Así se puede encontrar una amplia diversidad de tipos de rocas, lo cual lleva asociada una alta concentración de minerales de muy distinto origen y composición en un reducido poco espacio.
El centenar y medio de empresas con derechos mineros que operan en Segovia facturan más de 400 millones de euros al año. Extraen más de tres millones y medio de toneladas de mineral. Todo se transporta en camiones.
Atrás han quedado otras labores que se repetían en casi toda la provincia, como la producción de cal. Existían caleras en una amplia extensión para obtener cal de las piedras calizas. También quedan vestigios de la actividad arcillosa para producir ladrillos o tejas. Hoy perviven empresas punteras en Otero de Herreros, Navas de Oro o Nava de la Asunción.
FELDESPATO, A LA CABEZA
A día de hoy, Segovia es la primera provincia española en producción de feldespato. Este elemento se extrae de las arenas que se procesan en dos núcleos fundamentalmente: Navas de Oro y Carrascal del Río, donde operan las dos grandes empresas del sector en Segovia: Euroarce e Incusa, respectivamente. Pero hay más materias primas en la pequeña extensión que tiene la provincia: pizarra, granito, arcillas, calizas, cuarzo, arenas y gravas…
El descubrimiento de Segovia como lugar minero no es nuevo. De esta diversidad mineral se dieron cuenta los romanos, como revelan las excavaciones arqueológicas desarrolladas en el Cerro de los Almadenes, en Otero de Herreros. Pero también en el Arroyo Zancado , de Vegas de Matute; o en el El Soto de Revenga, recuerda el geólogo segoviano Andrés Díez Herrero. Hay vestigios arqueológicos o documentos de actividad minera lo largo de todo el periodo histórico desde la Edad Media. En la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX proliferaron los aprovechamientos de mineralizaciones de wolframio en El Espinar o en Otero de Herrerros, pero también para obtener estaño y cobre.
En la actualidad, la actividad minera se concentra en minerales industriales (feldespato potásico, arenas silíceas, palygorskita…) o materiales para actividades de construcción (áridos, cerámicos, calizas, pizarras, granitos…), de escaso interés desde el punto de vista del coleccionismo mineral.
RELEVANCIA
El papel que desempeña hoy la producción de feldespato potásico segoviano se puso de manifiesto hace más de 20 años, cuando la ciudad de Segovia acogió un congreso internacional de cerámica y vidrio. Quedó demostrado que los mercados nacional y europeo de feldespatos están dominados por Segovia. Las estadísticas lo corroboran. De las explotaciones de Carrascal del Río y Navas de Oro se extrae más del 80% de la producción nacional de feldespato potásico, cuyo destino principal es el sector cerámico.
Aunque las minas segovianas producen sobre todo arenas silíceas, el valor económico que representan las arenas feldespáticas es mucho más elevado.
En otras provincias españolas —como Lugo, Gerona o Cáceres—, también se produce este mineral, aunque su calidad es inferior a la de la materia prima extraída entre los pinares de Segovia.
En otros países —como Italia o Turquía— se produce en grandes cantidades otra variedad de feldespato, el sódico, pero su baja resistencia obliga a que solo se use en productos de bajo nivel. Así, mientras que una vajilla hecha con feldespato sódico suele rayarse al lavarse, no ocurre lo mismo con otra de feldespato potásico, mucho más dura. “Segovia es la referencia del feldespato potásico”, dicen los expertos.
La producción anual de Segovia supera las 450.000 toneladas, según datos de 2022. Esta cantidad sólo se superó en 2017. Hubo un período entre 2012 y 2014 en que la producción bajó seguramente por la situación de crisis económica internacional de aquellos años.
De acuerdo con los estudios geomineros, Segovia cuenta con un gran volumen de reservas que permiten garantizar el futuro próximo de la actividad que desarrollan las dos grandes empresas que se dedican a su extracción y comercialización.
En los últimos años ha cobrado especial relevancia la demanda por parte de los campos de fútbol y de golf para lograr suelos de césped de los nuevos estadios, que pisan las grandes estrellas deportivas.
Otro de los materiales segovianos que gozan de gran prestigio es la pizarra. La localidad de Bernardos se lleva la palma en este producto. Se trata de una zona no solo privilegiada por la calidad de sus suelos, de característico veteado y tono plomizo, sino también por una excelente ubicación logística, en el centro peninsular, que le da ventaja sobre las explotaciones de León o Galicia.
Durante varios siglos, el material de las canteras de Bernardos era utilizado casi únicamente para placas de tejado, ya sea en la etapa en que fueron Minas Reales o a través de compañías privadas. También de una manera más local se empleaba para levantar muros de mampostería o solados de planchón irregulares. Pero ha sido en estos últimos 50 años cuando se ha producido un salto cualitativo en la utilización del material para solados y chapados interiores y exteriores, fachadas ventiladas, adoquinados, suelos técnicos, paneles premontados, o piezas especiales para decoración. Todo esto se pudo hacer gracias a la introducción de modernos métodos de corte y tratamiento con los que se cuenta actualmente.
AGUA EMBOTELLADA
Dentro del capítulo de la minería, la administración también incluye la extracción de agua. En este sentido, Segovia aporta otra actividad económicamente muy importante, como es el agua embotellada.
Dos empresas, pertenecientes a un mismo grupo alimentario, Pascual, pasean el nombre de Segovia por toda España. Las plantas embotelladoras de Bezoya se encuentran en Ortigosa del Monte y en Trescasas. El volumen de extracción es de unos 264 millones de litros anuales, con datos de hace una década.
Tres proyectos se encuentran en fase de información pública
La Junta de Castilla y León tiene e fase de información pública actualmente tres proyectos vinculados con la minería en Segovia. Además esta semana se ha presentado otro más, aunque vinculado a uno de ellos. Se trata precisamente de una nueva fase del plan que promueve la empresa gallega Explotación de Rocas Industriales y Minerales SA (ERIMSA), en localidades del Nordeste para 1.600 hectáreas.
El proyecto inicial persigue obtener cuarzo, necesario para producir silicio. El silicio es una materia prima crítica para la transición ecológica y la digitalización. Es imprescindible para la producción de energía solar y eólica, para baterías, ordenadores y teléfonos móviles entre otros. La empresa ha anunciado que creará más de 30 puestos de trabajo, directos e indirectos. La firma ha solicitado a la Junta autorización para extraer cuarzo en una amplia zona comprendida entre Duruelo y Cerezo de Abajo. Aunque dice que garantiza que su modelo de minería moderna es sostenible, preserva el medioambiente y no afecta a la productividad de terrenos; esto no ha evitado las protestas de vecinos de la comarca. La empresa dice que desde hace cuatro décadas extrae cuarzo en zonas de Castilla y León y Galicia, “conviviendo con los vecinos y propietarios de terrenos, y respetando explotaciones agrícolas y ganaderas, infraestructuras, bienes del patrimonio cultural y arquitectónico y el entorno natural”. Pero vecinos y plataformas como Ecologistas en Acción han expresado su rechazo al plan. Mientras este plan está en información pública, se ha presentado otro añadido para 700 hectáreas.
También se encuentra en tramitación otro proyecto en el término municipal de Torreiglesias, para posibilitar el aprovechamiento de arcillas y arenas de la zona conocida como La Esperanza.
El tercer expediente que maneja la Administración regional se encuentra en el término de Abades y lo promueve la sociedad segoviana Navarro S.L. con el fin de llevar a cabo una actividad de cantera en la que extraer arenas con destino a la fabricación de hormigones necesarios para sus labores de construcción.
A las empresas extractivas se las exige desde la Administración un plan de restauración de los terrenos en los que trabajan. Por ello, después de talar los árboles donde se encuentran los yacimientos, la empresa debe retirar la tierra vegetal para comenzar la extracción. Acabado este trabajo, se procede a regenerar la superficie, extendiendo luego tierra vegetal, para acabar plantando árboles.
