Un día le ha durado a Pablo Casado el regusto a satisfacción que le dejó el debate del martes. La inesperada marcha del expresidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido a Ciudadanos, apenas 48 horas después de ratificar su posición en la lista europea de los populares, ha amargado la sensación de remontada del PP.
El PP de Casado había planificado para ayer una serie de actos en el territorio que la nueva dirección considera su símbolo: en Andalucía, el PP gobierna gracias a un acuerdo de coalición con Cs y un pacto de investidura con Vox.
Sin embargo, mientras el líder del PP mostraba en Sevilla su satisfacción por cómo le fue el debate, el expresidente de la Comunidad Ángel Garrido comparecía en la sede de Ciudadanos de Madrid para anunciar que será el número 13 de la lista naranja en las elecciones autonómicas del 26 de mayo.
Cambio de bando
El cambio de bando ha conmocionado al PP porque Garrido ha llevado el fichaje con tanta discreción que ni sus colaboradores habituales estaban al tanto, ni obviamente la plana mayor del partido.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, reconoció que al ver las primeras informaciones sobre el fichaje llamó por teléfono al expresidente de la Comunidad de Madrid, pero no tuvo respuesta.
Casado se enteró nada más acabar el primer acto electoral de la jornada. La dirección del PP, según sus fuentes, considera que este fichaje sorpresa no tiene “relevancia electoral”, pues Garrido ocupaba el puesto cuarto.
Pero es precisamente este buen lugar en la lista, a la que aspiraban muchos cargos del partido, el origen del malestar que se apoderó del PP a medida que avanzaba la mañana.
Porque el lunes pasado, Garrido firmaba un documento con el que aceptaba y ratificaba que es integrante de la candidatura del PP para el Parlamento europeo; y no hace mucho, según recordó García Egea, escribió en su perfil de Twitter que Cs hacía “juego sucio” en la Comunidad de Madrid. El número dos de los populares demandó “coherencia”.
Sin entrar en detalles, el expresidente madrileño, sucesor en el cargo de Cristina Cifuentes, aseguró que deja el PP para fichar por Cs por “muchas y poderosas razones”, y añadió que en el partido de Albert Rivera tiene ahora mejor acomodo porque representa mejor “el centro liberal y moderado”.
En la formación naranja le han recibido con los brazos abiertos, y no sólo el candidato a la presidencia madrileña, Ignacio Aguado, sino también el líder nacional y aspirante a gobernar el país, Albert Rivera. “Este proyecto ganador sigue sumando gente sin parar”, escribió en Twitter.
Para los populares, el anuncio del fichaje de Garrido un día después del debate tiene que ver justamente con el debate. García Egea incidió en que esta noticia es la “prueba” de que Casado lo ganó.
Lejos del impacto causado por el nuevo fichaje de Cs, que se está doctorando en atraer a excargos populares disconformes con la nueva dirección (el de Garrido es el tercero desde que se convocaron elecciones, tras los de Silvia Clemente y José Ramón Bauzá), la resaca del debate se mantuvo en las cabezas de los candidatos durante la jornada.
Desde hoy hasta el domingo los días serán de tensa espera, esencialmente porque la Ley Electoral prohíbe ya la publicación de encuestas o sondeos electorales y se va un poco a ciegas. Ya solo falta la última, la de las urnas.
