A pesar de las inclemencias meteorológicas que marcaron la Semana Santa de 2025, Segovia ha demostrado una vez más su fortaleza como destino turístico. La ciudad ha mantenido cifras de ocupación hotelera cercanas al noventa por ciento, según datos proporcionados tanto por Festur como por Hotuse, con picos que llegaron a ser del cien por cien en las noches centrales de la Semana Santa.
La ocupación hotelera en Segovia durante la semana del 14 al 20 de abril alcanzó niveles más que notables. Rocío Ruiz, presidenta de Festur, indicó que “los hoteles estuvieron prácticamente al noventa por ciento y el turismo rural entre un ochenta y un ochenta y cinco”. Y es que no hay que olvidar que la Semana Santa comienza desde el Viernes de Dolores que cayó el 11 de abril, terminando el Domingo de Resurrección del 20 de abril. “Son muchas días, -señala Rocío Ruiz, y aunque es cierto que no todos los días hemos estado a un cien por cien, sí que se ha estado a un setenta o un ochenta por ciento”.
Los chaparrones que cayeron de manera intermitente en las jornadas centrales de la festividad perjudicaron notablemente el trabajo en las terrazas
Aunque se esperaba que las reservas de última hora elevaran la ocupación al total de la oferta, las lluvias y previsiones de nieve disuadieron a algunos visitantes y esas reservas de última hora que suelen esperar los hoteles para poner el cartel de ‘completo’ no se produjeron.
Javier García, gerente de Hotuse, corroboró estas cifras, destacando que “los hoteles y turismo rural alcanzaron prácticamente el entre el noventa y el noventa y cinco por ciento en determinadas zonas”. Ambos coincidieron en la apreciación de que, de no haber sido por el mal tiempo, en esta Semana Santa se podrían haber batido récords de ocupación.
Sólo faltaron las terrazas.
La actividad en los restaurantes también fue intensa. Según Rocío Ruiz, “los restaurantes trabajaron muy bien, aunque las terrazas no tanto debido al mal tiempo”. Javier García añadió que “los restaurantes estuvieron a tope durante los días fuertes de Semana Santa”, aunque aquellos que dependen en gran medida de las terrazas se vieron más afectados.

Las previsiones meteorológicas no fallaron y los chaparrones ocasionales, que por momentos llegaron a caer con fuerza en algunos puntos tanto de la capital como de la provincia en las jornadas centrales de la festividad, vinieron a poner un punto de dificultad ‘extra’ en el trabajo de la hostelería en lo que a las terrazas se refiere, porque de manera lógica los visitantes optaban por guarecerse bajo techo, al menos mientras duraba el chaparrón “y los restaurantes que tienen un comedor pequeño y mucha terraza se han visto lógicamente afectados”, destacó García.
Mejor que en 2024.
En comparación con la Semana Santa de 2024, que fue una de las más complicadas de los últimos años en lo que a la climatología se refiere, las cifras de 2025 muestran una evidente mejora. En el año anterior, la ocupación hotelera superó el setenta y ocho por ciento, alcanzando picos del noventa por ciento en momentos puntuales, a pesar de las condiciones climáticas adversas. Los restaurantes alcanzaron una ocupación media del ochenta por ciento, aunque las previsiones iniciales eran más optimistas.
En 2023, la ocupación media hotelera entre Jueves Santo y Domingo de Pascua fue del 95%, según datos de la Junta de Castilla y León. El impacto económico directo del turismo durante la Semana Santa en la comunidad superó los 83 millones de euros, un 35% más que en 2022.
A pesar de las condiciones meteorológicas adversas, Segovia se mantiene como una de las referencias en lo que a destino turístico se refiere en los días de Semana Santa, sin importar tanto si la fecha se circunscribe al mes de marzo, o bien se traslada a mediados de abril. Rocío Ruiz señala que “es muy raro que una Semana Santa en Segovia no sea buena, por la cercanía que tenemos a Madrid, por nuestra situación geográfica, por la riqueza cultural y monumental por nuestra gastronomía. Segovia es un destino que siempre se va a elegir en Semana Santa”, y confía en que la entrada definitiva de la primavera consiga que “a partir de ahora trabajemos mucho más”. Javier García comparte este optimismo, señalando al finalizar su balance de la Semana Santa de 2025 que “estamos contentos, todo ha ido muy bien” en lo que al sector se refiere, aunque la lluvia impidió que las cifras fuesen de récord.
«Los turistas volverán en mayo»
El primer trimestre del año suele ser el más flojo para la hostelería y el turismo de Segovia. El retorno a la rutina tras las fiestas navideñas provoca que desde enero a marzo las reservas bajen y por ello siempre se espera como agua de mayo la llegada de la Semana Santa, que suele ser el pistoletazo de salida a una época mejor en lo que a visitantes se refiere, y que suele prolongarse durante seis meses, hasta bien entrado el mes de septiembre. Y aunque la climatología no fue la mejor, Rocío Ruiz pone de manifiesto que el ‘mal de todos’ acabó perjudicando menos a Segovia: “Dentro de lo malo, lo bueno que hemos tenido es que daban mal tiempo en todos los lados, y nos hemos beneficiado de eso porque a Segovia no la eligen por el tiempo, sino por otros muchos motivos”.
Y de cara al puente de mayo, aunque la presidenta de Festur aboga por “dejar a la gente recuperarse” antes de pensar en ello y ponerse a hacer cábalas y establecer porcentajes, Ruiz tiene claro que “los turistas van a salir, y van a venir”.
La quinta en retorno.
La Semana Santa ha dejado en Castilla y León un impacto económico de 90 millones de euros, un 32% más que el año anterior, gracias al aumento del número de viajeros alojados y, sobre todo, al incremento del gasto medio diario por visitante. Así lo cifró este lunes en León el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, al hacer balance de los días festivos en la comunidad.
“Ha sido un movimiento de viajeros notable, con repunte en las pernoctaciones y con una clara tendencia al alza del turismo internacional”, señaló el consejero, quien destacó que el 50% de ese impacto económico se concentró en Burgos, Salamanca y León. A continuación se situaron Valladolid y Segovia, integrando un segundo grupo de ciudades que también registraron un retorno turístico significativo.
Durante el periodo comprendido entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección —diez noches en total—, se registraron 545.006 pernoctaciones en toda la comunidad, lo que supone un 9,44% más que en 2024. Solo entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, el tramo festivo más fuerte, se contabilizaron 240.847 pernoctaciones, lo que representa un aumento del 7,48% respecto al año anterior.
Durante el periodo entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección se registraron 545.006 pernoctaciones en toda la comunidad
Uno de los datos más llamativos ha sido el crecimiento de las pernoctaciones internacionales, que se incrementaron en un 64,53% respecto al año pasado. Este repunte refuerza la tendencia ya detectada en ferias como FITUR y en el comportamiento de reservas de plataformas digitales, especialmente en el turismo rural y los albergues.

Por tipo de alojamiento, hoteles y casas rurales siguen liderando la acogida de visitantes —con siete de cada diez plazas cubiertas—, seguidos por las viviendas de uso turístico, cuya implantación continúa en expansión. Además, la estadística recoge un repunte en hostales, campings y albergues, lo que sugiere una diversificación de la oferta y del perfil del turista.
Aunque el informe no desglosa el impacto económico por provincias de forma numérica, sí ubica a Segovia dentro del grupo de cabeza, junto a Valladolid, por detrás del trío formado por León, Salamanca y Burgos. Fuentes del sector atribuyen este buen comportamiento no solo a la cercanía con Madrid, sino también a la creciente fidelización del visitante nacional, que combina en sus escapadas el interés por las procesiones con la gastronomía, la oferta monumental y los paisajes naturales.
