Patricia Aguilar, la chica ilicitana de 19 años rescatada de una secta en Perú este pasado verano junto a la hija que tuvo con el líder de la organización, ha reclamado a la Justicia que esa persona siga en prisión preventiva porque “no es que haya riesgo de fuga, es que es inminente y no va a aparecer nunca más”. “Va a desaparecer y no va a volver; entonces, no pueden dejarle libre”, sostiene.
La familia está intentando evitar la salida de prisión de su captor, Felix Steven, una posibilidad que se decidirá el próximo 15 de octubre en Perú. Además, subrayan que en España se le atribuyen los delitos de coacciones, prostitución, explotación sexual, corrupción de menores y contra los derechos y deberes familiares, tras la declaración de Patricia ante la justicia española y después de aportar nuevas pruebas.
Aguilar se pronuncia en estos términos en un vídeo colgado en la red social Youtube y en el que habla por primera vez de su situación. En la grabación aparece junto a su prima y portavoz de la familia, Noelia Bru.
El despertar
La chica explica que ha cambiado su declaración ante la Policía, después de llegar a España, porque en el momento del rescate estaba “manipulada y era peligroso”. Además, alega que no se sentía “cómoda” y que ahora, ya en su entorno familiar, es cuando ha ido “despertando”.
En ese sentido, manifiesta que sentía “miedo” por las amenazas de su captor, de modo que no se sentía “cómoda para hablar”. “Ha sido cuando he llegado a mi entorno y a mi familia que he ido recuperándome un poco y despertándome un poco, viendo como son las cosas de verdad, viendo qué me ha hecho a mí y al resto de las víctimas”, dice.
Así, mantiene que todo lo que ha declarado en España es “totalmente cierto”, aunque rechaza “ahondar en detalles”. Sin embargo, argumenta que, de todo lo que ha declarado, la Policía tiene “pruebas, todo es verídico y se puede demostrar”.
Por su parte, Bru anuncia que la familia va a llegar “hasta el final” y que “no importa el tiempo que conlleve”. En ese sentido, la portavoz y señala que van a “luchar, no solo por Patricia sino por las personas que lo han pasado mal y que han sido rescatadas junto a Patricia y que han sido abusadas por este tipo antes”.
“Él solo tiene su palabra, nosotros tenemos pruebas”, afirma Bru, quien reitera que van a llegar “hasta el final” para que “el sufrimiento de Patricia no sea gratuito”.
En ese punto, Noelia Bru recuerda que se ha iniciado una campaña de recogida de firmas en la red ‘change.org’ para que una ley antisectas tipifique en el Código Penal la persuasión coercitiva —manipulación psicológica—, “para adueñarse de la voluntad y secuestrar psicológicamente a sus víctimas para que hagan lo que ellos quieran en su propio beneficio”.
