Se ha convertido en una referencia obligada en las redes sociales, y sin tocar una tecla de ordenador ni hacerse un ‘selfie’ con su móvil. A sus 92 años casi recién cumplidos, Juana Calle Serrano demuestra a diario la vitalidad y el espíritu de superación que le han llevado a tan provecta edad y es, sin pretenderlo, el símbolo de la capacidad de resistencia que los segovianos están demostrando durante este prolongado periodo de cuarentena.
Nacida en 1928, el mismo año de la fundación de la Gimnástica Segoviana, la ‘jefa Juanita’ –como así es denominada cariñosamente por sus hijos y familiares- sale todos los días a la ventana que proporciona Facebook o Instagram para mostrar sus quehaceres cotidianos, marcados antes de la pandemia por su intensa actividad social y cultural. Exposiciones, conciertos, teatro –es socia de la Sociedad Filarmónica y asidua a los estrenos del Teatro Juan Bravo- se combinan con los paseos por la calle o el disfrute de una buena cerveza en la terraza de alguno de los bares del centro histórico en el que vive.
Ahora, la actividad tiene otro cariz bien distinto, pero eso es algo que a Juana no le arredra. Así, convierte el salón de su casa en una improvisada sala de ejercicios para no perder la rutina física y bailar junto a su hija Beatriz al ritmo del ‘Sobreviviré’ de Gloria Gaynor, y sale al balcón para sumarse al aplauso solidario a favor de quienes cuidan y velan por la salud y la seguridad de todos. También hay tiempo para la cocina y no se sustrae a las deliciosas torrijas de Semana Santa, ni tampoco perdona saborear una deliciosa infusión aderezada con unas gotitas de anís.
El notario de esta incesante y motivadora actividad en las redes sociales es su hijo, el periodista Jesús Martínez Calle, que se encarga de dar fe a diario del testimonio de una mujer que a lo largo de su vida ha sabido hacer de la necesidad virtud capeando sin miedo todos los reveses que la vida le ha ido poniendo.
Su historia ha conseguido traspasar las fronteras de la provincia hasta cruzar el ‘charco’ gracias a la corresponsal del diario argentino ‘Clarín’ en Madrid Marina Artusa, que le ha dedicado un reportaje en sus páginas y en su edición digital como ejemplo de alguien empeñado en dar vida a los años.
