El Archivo Histórico de Segovia, centro dependiente de la Junta de Castilla y León, presenta como ‘tesoro oculto’ del mes de mayo documentos que recogen distintas intervenciones arquitectónicas que ha sufrido el Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla y su entorno desde su creación. Un total de tres documentos de los siglos XVII, XVII y XX estarán disponibles para que los visitantes puedan conocer la evolución de la arquitectura del templo y del paraje en el que se ubica. Estos documentos demuestran las similitudes con los proyectos de obras de la actualidad, siendo fundamental recoger los elementos a construir, el procedimiento para ello y los plazos y costes.
El Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla fue inaugurado en el año 1613 por Felipe II para conmemorar el milagro que hizo la Virgen con la conocida como ‘Esther, la judía’, salvándola cuando la despeñaron desde las Piedras Grajeras. La primera intervención recogida es la del pedestal que se realiza en el siglo XVII. El administrador recoge en el documento las condiciones arquitectónicas y económicas que se debían seguir para la construcción de la predela del retablo o “pedestal de piedra sobre el que descansaría el retablo del altar mayor de la ermita o monasterio de Nuestra Señora de la Fuencisla de esta ciudad de Segovia”, según dicta la nota. Asimismo, se plantean las características que debía tener aquel elemento, como que la piedra debían extraerla de la cantera de El Parral “de la mejor y más cerrada”, ya que su función era ser el apoyo de una gran estructura y la piedra debía ser muy consistente.
El proyecto de obras de 1987 para la “reparación de las cubiertas en la capilla del Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla” también está registrado en otro documento del ‘tesoro oculto’. Dicho proyecto se presenta en la oficina de la Demarcación Provincial del Colegio de Arquitectos para su visado y acompañando a dicho proyecto se recogen sus condiciones técnicas y económicas, entre otra documentación.
La reforma del ‘Arco de la Fuencisla’ es otra de las intervenciones que muestran estos documentos en custodia del Archivo Histórico Provincial. La obra de 1704 tiene como objetivo la reurbanización de la ciudad debido al crecimiento exponencial que estaba sufriendo Segovia, por lo que se concibe una ‘puerta de acceso’ o ‘puerta de bienvenida’ al casco urbano que no forma parte del recinto amurallado.
Las condiciones para su construcción están recogidas en el protocolo del escribano Gaspar de Quirós y fueron redactadas por Juan de Ferreras para la obra que encarga el Ayuntamiento de Segovia. Dos de las condiciones que se establecen son que la piedra tiene que ser de la cantera de Bernuy y que ha de construirse “arrimado al puente de San Lázaro”, pero debía quedar en la parte interior de la ciudad. A continuación, especifica distintas medidas y distribuciones de los pilares, zona de paso por el ojo del arco y el espacio que ha de dejarse para el paso hacia el puente.
Llama la atención la detallada descripción en el documento de la distribución ornamental en ambas caras del arco. En la parte de entrada a la Fuencisla, por la carretera de Arévalo, en el centro del arco se debe realizar una escultura de medio relieve con la figura del ‘Rey Don Fernando’, Fernando III ‘El Santo’, junto a una estatua de Hércules. Por el otro lado del arco, se debía realizar otra escultura, también de medio relieve, que representara a Nuestra Señora de la Fuencisla con el milagro que hizo con la judía Esther.
