Un golpe de realidad. La Gimnástica Segoviana sufrió un duro revés en su eterna lucha por la permanencia y, tras cinco encuentros consecutivos sin perder, cayó derrotada en un campo municipal de La Albuera que sigue sin conocer la victoria en 2025 ante un Celta Fortuna que remontó el tanto inicial de Josh Farrell en el segundo acto para consumar un triunfo que frena la ilusión azulgrana (1-3).
Desde la pizarra, Ramsés Gil introdujo hasta cuatro variaciones respecto al último once que ganó hace apenas una semana en el Anxo Carro. Los sacrificados, Abel Pascual, Manu, Rubén y Diego Gómez. En esas, Oliva volvió a ejercer de guardián gimnástico, con Silva y Céspedes nuevamente en los laterales y Sergi Molina, esta vez con David López como pareja de centrales, medular para Juan de la Mata escoltado por Fer Llorente y Fernán, bandas para Berlanga y un Borrego que regresaba al once al igual que Josh Farrell que actuó como hombre más adelantado en detrimento de Gómez.
Sobre el verde, carrusel de desgracias gimnásticas en tres primeros minutos fatídicos, primero con un susto celeste en apenas medio minuto de juego que enmendó Juan Silva con un tackle perfecto a disparo de González y, acto seguido, con una grave lesión del propio argentino que se vio obligado a abandonar el césped con evidentes gestos de dolor teniendo que dejar su lugar a Hugo Marcos. El contratiempo trajo consecuencias para la Segoviana, que entró fría al pleito, tarde en la presión e incómoda con pelota, siendo el equipo celeste quien, aprovechando la tesitura, tomó el mando bajo el buen trato de pelota e insistiendo una y otra vez por el costado izquierdo.
GOLPE POR GOLPE
Con el paso de los minutos, ya sí el equipo gimnástico igualó ligeramente la balanza comenzando a ganar metros, no por ocasiones, sino por medio del fútbol directo. Una pócima mágica que surtió efecto en Lugo y volvió a ejecutar ante el Celta Fortuna. Con un nuevo envío en largo de Oliva, esta vez fue Fer Llorente quien prolongó y Farrell, sin pensárselo dos veces y a la media vuelta, engatilló con pierna derecha para, con un disparo seco, batir a Carrillo al abrigo de la media hora de juego. Primera llegada, todo efectividad. 1-0.
El gol en el primer acercamiento gimnástico no trastocó el plan celeste que no tardó en replicar en busca del gol. Lo acabó consiguiendo. A la cuarta. Porque tras dos grandes primeras intervenciones de Oliva bajo palos, junto a un disparo desviado de Román que se marchó a escasos centímetros de la portería segoviana, los visitantes, en la prolongación, encontraron el premio a sus insistencia. El artífice, Sergio Díez que, ganando la espalda a Borrego, superó a Oliva de disparo cruzado. 1-1 y equipos a vestuarios.
Tras el reposo, cinturones desabrochados, pizarras fuera e intercambio de golpes en ambas áreas. Salió vencedor el Celta Fortuna. Porque tras dos primeros avisos de la Segoviana en las botas de Berlanga y Borrego y con Oliva sosteniendo al equipo gimnástico bajo palos con una parada felina a un rebote de Escobar, el cuadro vigués se impuso en la locura. A balón parado. Gael Alonso, recién cumplida la hora de juego, se impuso en el área azulgrana libre de marca con un cabezazo inapelable para el guardameta segoviano. 1-2.
El bofetón gallego obligó a Ramsés Gil a mover ficha introduciendo hasta un triple cambio en el que dio entrada a Hugo Díaz, Tellechea y Diego Gómez por Hugo Marcos, Fernán y Borrego. Una apuesta arriesgada por parte de la Segoviana en busca de un empate que acarició por partida doble, primero con un centro lateral de Gómez al que no llegó Farrell por centímetros y, minutos más tarde, con un disparo de Fer Llorente desde el balcón del área que se marchó por encima de la portería de Carrillo.
Con el encuentro roto, el Celta Fortuna perdonó la sentencia. Lo haría más tarde. Por medio de Tincho, el equipo visitante mantuvo con vida la esperanza gimnástica tras errar una ocasión manifiesta desde el corazón del área para llevar a una Segoviana, con más corazón que fútbol, a morir en área viguesa en los instantes finales. Pero un arrebato sin demasiada fe, en el que Astray y Tellechea quemaron sin éxito los últimos cartuchos azulgranas antes de que Escobar, con los segovianos lanzados a tumba abierta, sentenciase el partido en la última acción del duelo.
Así, la Gimnástica Segoviana consumó una dolorosa derrota con la que da un paso atrás en su lucha por la salvación que, a falta de seis jornadas para el cierre del campeonato, ve ahora a cinco puntos de distancia. Mientras haya vida hay esperanza dicen y la de la gimnástica, sin margen de error, pasa por el próximo domingo tomar sí o sí Andorra.
