Señora directora:
Se salió con la suya nuestra alcaldesa la santiustera (por ser de Santiuste de San juan Bautista) con la colocación del adefesio del diablo en la calle de San Juan bajo la hornacina donde figura una imagen de la Virgen.
Hace algunos días promovió, no cabe duda que hipócritamente, nada menos que un “referéndum local”, para que los vecinos eligiesen las obras de su preferencia que generosamente nuestra alcaldesa iba a implantar en nuestra ciudad. Ante esta sandez, escribí una irónica carta diciendo que Segovia a partir de ese momento sería una Arcadia Feliz. Claro que todo esto se queda en agua de borrajas porque ya sabemos como actúa esta señora. El diablo cojuelo con sexo y todo lo ha colocado porque la ha salido de las p…
Contrasta la aparente “buena voluntad” de dar satisfacción a los segovianos con un falso e inútil “referéndum” con imponer por narices la colocación de tamaño adefesio en la calle de San Juan. Esto en mi tierra que es Segovia se llama hipocresía, no sé cómo se llamara en su tierra que es Santiuste (aunque tengo remotas noticas de que siempre fue un pueblo algo reacio a cumplir ciertas normas). Precisamente aquí ha habido una multitudinaria recogida de firmas (que son votos) pronunciándose en contra de colocar esa porquería que degrada a Segovia y eso sí que es la voluntad mayoritaria del pueblo y nuestra alcaldesa se lo ha pasado por el arco de triunfo.
Pues señora alcaldesa, espero que por poco tiempo, sepa usted que los segovianos tenemos reaños para anular su descabellada idea y supongo que esa estatua estará más tiempo tirada en la carretera de Santa Lucía que en el sitio donde usted la ha colocado. Amen.
Espero que aunque usted haya vendido su alma al diablo para seguir en su mamandurria, mi pueblo que son los segovianos tomarán nota y en consecuencia pagará por su osadía.
José Luis Salcedo Luengo