La Guardia Civil de Segovia desarticuló un complejo entramado criminal, organizado de forma jerarquizada con técnicas paramilitares, dedicado al cultivo, elaboración y distribución de marihuana a nivel internacional. La operación, que lleva por denominación ‘Albacos’, se saldó con la detención de hasta 33 personas, once en Segovia, once en Andalucía, cinco en Castilla-La Mancha, cuatro en Aragón y dos en Madrid, como presuntas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal, cultivo y elaboración de marihuana, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico. De los 33, 21 ingresaron en prisión provisional y quedan a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 5 de Segovia.
La investigación se inició a finales del año pasado al detectar, gracias a la colaboración ciudadana, a cuatro individuos de nacionalidad extranjera, en situación irregular y sin actividad laboral, que se movían en diferentes localidades de la provincia de Segovia. Estos individuos mantenían reuniones de forma constante, guardando para ello numerosas medidas de seguridad.
La investigación permitió determinar que se trataba de una organización dedicada al cultivo y producción de marihuana para su venta a países de Europa y que tenía capacidad de cultivar y procesar para la venta más de 50.000 plantas de marihuana al año, lo que supondría una cantidad de más de 1.500 kilogramos de sustancia estupefaciente para exportar a países de la Unión Europea.
El modus operandi empleado por la organización consistía en la construcción de campamentos ocultos donde cultivaban grandes cantidades de plantas de marihuana, conocidas como plantaciones de guerrilla, contando alguna de ellas con más de 5.000 plantas. En dichos campamentos, miembros de la organización permanecían ocultos durante largos periodos de tiempo mientras otros integrantes les apoyaban con logística de manutención cada cierto tiempo.
Se han localizado plantaciones en Segovia, en las localidades de La Mata, Rosuero, Gallegos, Fresno de Cantespino, Cerezo de Arriba y Arevalillo de Cega; en Zaragoza, en Villamayor de Gállego; en Jaén, en Andújar; en Málaga, en Riogordo, Sedella, Comares y Ardales; en Cádiz, en Jimena de la Frontera; en Granada, en Durcal; en Almería, en Níjar.
Procedimiento
Cuando recibían el avituallamiento de los miembros de la organización encargados de ello, abandonaban sus escondites, cargaban la mercancía y se volvían a adentrar en el bosque. Esa operación de avituallamiento solía durar apenas unos segundos, el tiempo necesario para estacionar un vehículo junto a carretera secundaria situada a varios kilómetros de distancia de la plantación y donde esperaban ocultos los ocupantes del campamento de guerrilla que recogían la mercancía y se internaban nuevamente en el bosque con ella.
Los integrantes de la organización transformaban totalmente el espacio natural, talando las superficies de pinares y convirtiendo el terreno en cultivos de marihuana. Para regar estas plantas, alteraban los barrancos cercanos, construyendo balsas para disponer de agua almacenada y poderla conducir hasta los campos de cannabis con mangueras, bombas de agua y motores enterrados bajo tierra. Los investigados habían creado un método de cultivo y un sistema de riego por goteo para asegurarse la máxima producción de estos cultivos que también contaba con una zona de secadero. La construcción de alguna de esas balsas llegaba a alcanzar decenas de metros cuadrados, excavadas a mano, llegando incluso a cortar cauces de arroyos. Además almacenaban todos los plásticos necesarios para las plantaciones (tubos, macetas, cobertores…) en grandes excavaciones ocultas con mallas y ramaje que sujetaban con sacos terreros. Todo ello con la idea de volver a utilizarlas en nuevas campañas.
Coordinación policial
Debido a la metodología delictiva de la organización criminal, se hizo necesaria la colaboración y coordinación con diferentes Unidades del Cuerpo de distintas Comandancias tanto de Seguridad Ciudadana como Policía Judicial, Servicio de Información, USECIC y GRS así como con diversas Unidades del Cuerpo Nacional de Policía de Málaga y Zaragoza, llegando a realizar con ellos explotaciones conjuntas parciales. Se llevaron a cabo coordinaciones con policías europeas como las de Alemania y Bélgica para intercambio de información debido a la presencia de miembros de la organización en esos países que aún continúan abiertas. Asimismo, la investigación propició la creación de seis Órdenes Internacionales de Detención.
Resultados de la investigación
- 20.000 plantas de marihuana
- 150.000 gramos de cogollos envasados al vacío listos para su exportación.
- Doce plantaciones ‘indoor’ y ‘outdoor’ desmanteladas
- Siete vehículos
- Una embarcación con motor fuera borda
- Un arma corta detonadora
- Numerosa documentación en proceso de análisis criminal
- Multitud de maquinaria destinada al cultivo, elaboración y tráfico de marihuana valorado en más de 300.000 euros.