Tras casi seis meses de rehabilitación, ‘La Fundición’ reabre sus puertas esta tarde, a partir de las 20,30 horas. Durante este tiempo se ha procedido a redistribuir las zonas, aunque “respetando el edificio”, asegura su cocinero, Aníbal Herrero. “Se han rehabilitado las paredes y el arco, que estaban enterradas en cemento y cal”, detalla Herrero, que explica que “lo que todos clamaban, la barra original, la hemos recuperado y colocado en el zaguán de la entrada”.
Además, se han rescatado las vigas de madera originales y las paredes de ladrillo, y han levantado todo el suelo para recuperar las valdosas originales llegadas de la ‘Fuente de las ocho calles’ de los Jardines del Palacio Real.
Y es que esta infraestructura fue la fundición donde se trabajaba el plomo para crear las Reales Fuentes, un hospital y sala de autopsias, un almacén de Patrimonio Nacional (de ahí lo de las Fuentes), restaurantes y bar en su última etapa. Ahora vuelve a convertirse en restaurante, pero esta vez con una cocina que mezcla la tradición con la originalidad y los sabores del mundo. Su plato estrella, los canelones de bacalao con su pil pil y picarras (pimiento verde que no pica) encurtidas”. Otro de los platos que serán, previsiblemente, más demandados, será la tarrina de cochinillo con curry rojo y vinagreta de cominos.
Desde ahora cuenta con un par de comedores más la zona de barra y tiene una capacidad para dar de comer a 45 personas.
