Muy cerca de la villa, a orillas del Duratón, la Fuente de la Salud es uno de los rincones más singulares y cargados de simbolismo de este histórico municipio castellano.
La Fuente de la Salud es un sencillo manantial de piedra que brota en un entorno natural privilegiado, en plena transición hacia las hoces del río Duratón. Su estructura actual responde a reformas llevadas a cabo a lo largo de los siglos, aunque se cree que su origen podría remontarse a la Edad Media, cuando los manantiales eran fundamentales para el abastecimiento de agua de la población y, al mismo tiempo, se les atribuían virtudes casi milagrosas.
La tradición oral ha mantenido viva la creencia de que sus aguas poseen propiedades curativas, especialmente beneficiosas para aliviar dolencias relacionadas con la vista y el aparato digestivo. Hasta bien entrado el siglo XX, era costumbre que vecinos y visitantes acudieran a beber de su caño o a llenar cántaros para llevar a casa. Muchos aseguraban experimentar mejoría tras consumirla, lo que contribuyó a fortalecer la leyenda en torno a este manantial.
En la actualidad, se ha convertido en un espacio de relax y diversión en el que disfrutar de la naturaleza. Sus aguas cristalinas son perfectas para darse un chapuzón y refrescarse, sobre todo en los meses de verano, cuando las temperaturas aprietan en la meseta. No obstante, el entorno del manantial también invita a realizar muchas otras actividades al aire libre.
Se trata de un sitio ideal para pasar un día de campo con amigos o en familia. De fácil acceso, el lugar ha sido reacondicionado recientemente por el ayuntamiento, y dispone de áreas de sombra y merenderos. Además, está rodeado de rutas que te llevarán a descubrir paisajes impresionantes, como el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón.
