Lo que no le pase a la Gimnástica Segoviana en la Segunda B difícilmente le pasará a otro conjunto, porque es complicado que otro club más amateur que el azulgrana se vea obligado a jugar tantos encuentros entre semana como tiene que hacer el equipo de Abraham García, unos por ‘obligación’ por las nevadas caídas en Segovia, y otros por la ‘devoción’ de una Federación Española cuya sensibilidad con el fútbol amateur es, cuando menos, discutible en algunos casos.
Desde hace algunos días se especulaba con que el partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de Liga que debía enfrentar a la Ponferradina con la Segoviana en el estadio de El Toralín podía sufrir una modificación en el calendario para favorecer que el campo estuviera en las mejores condiciones posibles de cara al encuentro que la Selección Española Sub21 jugará frente a Estonia, y con el que el conjunto de Albert Celades podría cerrar su clasificación para el Campeonato de Europa que se disputará en Italia el próximo año 2019.
SIN CONSULTAR A NADIE
El problema ha llegado cuando la Federación, sin consultar a nadie (porque no tiene por qué hacerlo), ha colocado el Ponferradina-Segoviana para el viernes, 23 de marzo, a las 20.00 horas. Teniendo en cuenta que más de la mitad de la plantilla de la Segoviana se gana la vida fuera del fútbol, el club va a tener que hacer encaje de bolillos para que la plantilla pueda desplazarse hasta Ponferrada con el tiempo suficiente para disputar el partido en condiciones normales. Tanto es así que el plan previsto por la entidad es que los jugadores que puedan obtener permiso en sus trabajos, se trasladen hasta León en autobús por la mañana, y los que no puedan, salgan ‘pitando’ en vehículos particulares directamente hasta Ponferrada, que está separada de Segovia por más de tres horas de coche.
Habida cuenta de que Ponferradina y Segoviana se están jugando la permanencia, el club gimnástico ha cursado un escrito a la Federación solicitando jugar el sábado por la mañana para que pueda su plantilla afrontar el partido en las mismas condiciones que su rival, aunque tiene muy pocas esperanzas en encontrar una respuesta positiva a su demanda.
