La provincia de Segovia ha dejado atrás los momentos más duros de la pandemia y entra en una fase distinta, una nueva etapa marcada por un menor impacto de la enfermedad pero en la que todavía existe gran riesgo epidemiológico. A esta menor incidencia, se la denomina como aplanamiento de la curva, y suele ser la antesala al relajamiento de las medidas anteriormente adoptadas.
Los datos y las cifras obtenidas en los últimos días reconocen este atemperamiento de la pandemia. Sin embargo, desde los sectores sanitarios recuerdan que sigue siendo importante que los segovianos sigan cumpliendo con celo las medidas impuestas para evitar rebrotes de la enfermedad y que tendrían como resultado que las normas más restrictivas pudieran volver a entrar en vigor.
Sin duda, el mejor dato para poder hablar de allanamiento de la curva es el obtenido en número de contagiados, que en los últimos días se alejó de los picos registrados en la pandemia y que superaban ampliamente los 100 nuevos contagios diarios. El último de estos picos se situó en el día 15 de abril, cuando se registraron 109 casos y supuso el segundo mayor repunte de la serie histórica. En los últimos días el número de infectados ha permanecido cerca de los treinta nuevos casos diarios, una reducción que se une al mayor número de test realizados, y por tanto, una posibilidad más alta de detectar a los infectados por Covid-19.
Otro dato que apoya la mejoría de la situación es la menor cifra de hospitalizados, que en los últimos días se ha reducido por debajo de las 100 personas, cuando en el pico epidémico llegó a registrar 317 personas internadas. Desde esta cifra, obtenida el día 2 de abril, el número de hospitalizados no ha parado de bajar, hasta el punto de reducirse hasta un tercio estos datos y que ha provocado una gran caída en la presión asistencial.
Así, el Hospital General ha conseguido que algunas zonas del complejo han sido habilitadas para sus atenciones normales y otras sigan montadas pero sólo para ser ocupadas en caso de nuevo rebrote. La nueva realidad del hospital posibilita que todos los segovianos que caigan enfermos, por Covid o no, puedan ser atendidos con normalidad, algo no contemplado con una presión asistencial alta como la registrado en los picos de finales de marzo y principios de abril.
Por último, el otro dato que ayuda a comprender que la situación de la provincia ha mejorado es la de ingresados en la UCI, que ha bajado en su ocupación desde las 25 camas a por debajo de la decena. Esto posibilita que los enfermos, con coronavirus o no, tengan asegurada la asistencia especial de estas unidades en caso de necesitarla, sin atender a los estrictos protocolos que se aplicaban en las fases más duras de la pandemia.
