Los ayuntamientos y las diputaciones de Castilla y León siguieron avanzando en el saneamiento de sus cuentas y redujeron su deuda viva en 2023, que se situó en los 873,4 millones, un 2,5 por ciento menos que el año anterior, con 22,5 millones de descenso, en datos absolutos.
Las cifras que publicó ayer el Ministerio de Hacienda precisan que los ayuntamientos de Castilla y león acumulaban el año pasado una deuda viva de 779,31 millones de euros, que representan una bajada del 1,9 por ciento respecto a 2022, y 14,7 millones menos. La inmensa mayoría correspondía a las capitales de provincia, con 617,33 millones de deuda viva, que se redujo un 1,5 por ciento en comparación al ejercicio precedente, y 9,1 millones menos.
En cuanto a las instituciones provinciales, la deuda viva se situó en poco más de 94 millones de euros, 7,7 millones menos que en 2022, con una importante rebaja porcentual del 7,6 por ciento.
La deuda viva sólo creció en los consistorios de Salamanca y Soria, un 31,2 y un 8,6 por ciento respectivamente, hasta los 81,6 y 30 millones de euros. Y se contrajo un 10,9 por ciento en los segovianos, con 81,6 millones, y un 9,4 por ciento en los de León, hasta 185,3 millones.
La deuda descendió en Segovia capital, un 14,4 por ciento, 20,9 millones de euros.
Para finalizar, en relación a las diputaciones provinciales, la de Segovia (18,8 millones), aumentó un 2,3 por ciento.
