La pandemia del coronavirus comienza ya a ofrecer sus primeras negativas consecuencias en la economía con un apreciable aumento del desempleo en la provincia, que supera en un 6,96 por ciento las cifras de febrero con 486 nuevos parados en la oficina de empleo de Segovia; que eleva la cifra global de parados a los 7.465.
El número de parados inscritos en las oficinas de Empleo de Castilla y León subió en 8.921 personas en marzo con lo que la cifra de desempleados en la Comunidad vuelve a superar la barrera de los 150.000 y se sitúa, en concreto, en 152.644 (66.333 hombres y 86.311 mujeres), según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
En términos relativos, en Castilla y León el comportamiento del paro en marzo subió un 6,21 respecto a febrero, cuando el pasado año bajó un 1,52 por ciento (2.298 parados menos en términos absolutos hasta 148.767 entonces). Por su parte, en el resto de España el paro subió un 9,31 por ciento, con lo que la cifra de parados en el conjunto del país subió en 302.265 hasta situarse en un total de 3,54 millones.
En comparación con marzo de 2019, el paro registrado en Castilla y León subió un 2,61 por ciento (3.877 desempleados más), peor dato que el pasado año (-7,05 por ciento, 11.280 parados menos) mientras que en España subió un 9,01 por ciento, el equivalente a 293.228 parados menos.
Se trata en este caso del tercer menor aumento porcentual del paro del país, sólo por delante de Galicia (2,13 por ciento) y de Murcia (2,42 por ciento), con el mayor incremento de nuevo Andalucía (17,39 por ciento).
El paro aumentó en marzo en comparación con febrero en todas las provincias lideradas por Palencia, con un 8,58 por ciento (780 parados más), seguida de Soria (7,79 por ciento, 284 parados más); Valladolid (7,67 por ciento, 2.311 parados más); Ávila (7,13 por ciento, 798 parados más); Segovia (6,96 por ciento, 486 desempleados más) y Burgos (6,34 por ciento, 1.203 desempleados más).
En el balance interanual, Segovia pierde los datos positivos obtenidos hasta febrero y se eleva un 5.07 por ciento con 360 parados más. En comparación con marzo de 2019 el paro aumentó en todas las provincias de Castilla y León con la excepción de León, que cae un ligero 0,27 por ciento (84 parados menos). El mayor incremento del desempleo se registra en este caso en Palencia (6,41 por ciento y 595 parados más), seguida de Burgos (6,32 por ciento y 1.200 parados más) y Soria (5,19 por ciento y 194 parados más).
A continuación se sitúan Ávila (4,17 por ciento y 480 desempleados menos); Valladolid (2,63 por ciento y 833 desempleados más); Zamora (0,98 por ciento y 117 parados más) y Salamanca (0,78 por ciento y 182 parados más).
Por sectores, el paro registrado en marzo subió en todos liderado por servicios (346) y construcción, seguidos de industria colectivo de sin empleo anterior y agricultura.
En la actualidad, el número de parados en Castilla y León (un total de 15.143 son extranjeros, 9,21 por ciento más que en 2019) se distribuye por sectores del siguiente modo: 105.750 en el sector servicios; 13.935 en industria; 13.044 en construcción; 11.643 en el colectivo de sin empleo anterior, y 8.272 en agricultura
La FES pide reflexión sobre
los “esfuerzos compartidos”
La Federación Empresarial Segoviana (FES) ha expresado su profunda preocupación por los datos del paro de marzo, y en una nota de prensa junto a la patronal regional CECALE asegura que “aunque lo fundamental es hacer frente a la emergencia sanitaria, es muy importante empezar a reflexionar en el futuro con esfuerzos compartidos, pues, junto a la protección de la salud, el objetivo fundamental es paliar lo máximo posible el impacto económico, preservando el tejido productivo..
De igual forma, FES y CECALE quieren subrayar que la crisis de emergencia sanitaria que vivimos “tiene y, desafortunadamente tendrá, consecuencias en la actividad económica en Castilla y León. Por tanto, requiere de una mayor coordinación y de nuevas acciones fiscales y crediticias, que busquen apoyar a los trabajadores y especialmente a las empresas de la Comunidad, como generadoras de empleo, para que, una superada esta situación, la actividad económica se recupere de forma ágil y continuada». Asimismo, consideran que otras medidas que se han adoptado hasta la fecha, como la limitación empresarial a la extinción de contratos o el denominado “permiso retribuido recuperable”, no únicamente se justifican en un perjuicio irracional hacia el sector empresarial sino que desconocen la realidad de nuestras empresas y, lo que es más grave, nos conducen a una destrucción irreparable del tejido empresarial y, con él, a una destrucción de empleo
