Si bien es un hecho que las campañas públicas y privadas que desaconsejan el consumo de tabaco están haciendo mella en la facturación de los estancos, no es menos cierto que la crisis sanitaria del Covid-19 ha precipitado aún más la caída en las ventas de este producto.
Los datos estadísticos de la Comisión del Mercado de Tabacos (CMT) evidencian un descenso que en años anteriores se cifraba en poco menos del uno por ciento, y que por efecto de la crisis sanitaria este año se ha elevado hasta el 4,75 por ciento. Así, la facturación global del primer semestre en los estancos de la provincia alcanzó los 17.107.629 euros, mientras que en el mismo periodo de 2019 llegaba a los 17.920.876 euros; lo que supone una pérdida de más de 800.000 euros para el sector.
Las pérdidas son más elevadas en lo que se refiere a productos como los cigarrillos, donde las ventas han caído un 6,68 por ciento, donde se han vendido cerca de 3,18 millones de cajetillas de 20 unidades, cuando en 2019 se superaron los 3,38 millones. En términos de facturación, la caída de ventas supuso casi un millón de euros menos, pasando de los 15,4 millones facturados el pasado año a los 14,5 vendidos en 2020.
El preocupante panorama que presentan estas cifras no es ajeno a los cerca de un centenar de estanqueros que trabajan en la provincia. Miguel Angel de Frutos, portavoz de la asociación que engloba a este colectivo en Segovia señala con resignación que “nuestros establecimientos son concesionarios del Estado y tenemos que aguantar lo que venga, pero otra cosa es lo que pensamos de esta situación”.
Durante la pandemia, el consumo se ha visto perjudicado sobre todo durante el confinamiento en establecimientos afectados por las medidas restrictivas, pero al ser considerado como un producto de primera necesidad, ha podido resistir el embate.
El portavoz de la asociación señalaba que en establecimientos como el suyo, situado en el corazón del centro histórico “la situación ha sido muy difícil, porque no contábamos con gente en la calle, mientras que en otros extramuros se han registrado hasta colas para comprar tabaco.
Para el portavoz, el tabaco es “el palo de todos los golpes” en una situación como la actual, donde “el mínimo resquicio se aprovecha para lanzar una pulla contra el consumo”, sobre todo en una época tan convulsa como la de la crisis sanitaria.
“Todos los días recibimos noticias contradictorias –explica-. Unos dicen que está demostrado que el fumador contagia más el Covid, y al día siguiente, como sabemos mucho de todo, se dice lo contrario; y estaría bien saber la base científica de esos estudios, porque son afirmaciones que no se pueden hacer sin un fundamento; pero como el tabaco está de moda, en el momento en que se diga algo en contra, tienes tus adeptos”.
Las prohibiciones y limitaciones establecidas al consumo de tabaco en la calle asestarán un certero golpe en la línea de flotación de los estancos, ya que los fumadores verán muy restringidas las posibilidades de fumar. Sobre este aspecto, De Frutos señaló la falta de definición de la normativa, que causa confusión a los consumidores y genera más incertidumbre. “Ayer vino una señora al estanco y contaba que en la Plaza Mayor un agente de la Policía Local le reconvino por fumar cuando estaba sola y alejada de cualquier persona –explica- y tuvo que retirarse a hacerlo en la zona más próxima a los baños públicos”.
En su opinión, la solución es una cuestión de “educación y sentido común”, y señala que “si a nadie se le ocurre toser en la cara de alguien, tampoco va a echar el humo si sabe que puede molestar, pero creo que se está legislando muy alegremente sin contar con los interesados”.
Así, reconoce que el descenso de ventas está siendo evidente en los últimos años debido a todas las medidas restrictivas hacia su consumo, y las anunciadas con motivo de la pandemia “no nos van a ayudar”, pero reclama información y claridad a la hora de su aplicación.
La AECC intensifica los cursos de deshabituación tabáquica
La Asociación contra el Cáncer en Segovia ha conseguido mantener su actividad en pro de conseguir reducir el consumo de tabaco a través de sus cursos de deshabituación, en los que proponen pautas saludables para convencer a los fumadores que dejen esta actividad. A falta de un estudio que determine cómo y cuánto ha afectado el coronavirus a la hora de decidir dejar de fumar, los responsables de este programa han evidenciado que esta crisis sanitaria “puede ser una oportunidad” para aquellas personas indecisas a la hora de abandonar el tabaco.
Emilia Cierlitzka, psicóloga de la asociación y colaboradora en el programa de deshabituación tabáquica de la AECC señala que el número de personas que se han apuntado a los curso ha sido bastante similar durante los primeros seis meses, con una media de 10 personas mensuales, y los resultados obtenidos evidencian el éxito del programa.
Así,indicó que en el último de los cursos, en el que participaron un total de 6 personas, cuatro de ellas dejaron de fumar, y para la próxima convocatoria, que comenzará en septiembre, ya hay apuntadas ocho personas, a las que hay que añadir las que siguen una terapia individual al no poder asistir a las sesiones grupales.
La psicóloga señaló que durante los cursos “trasladamos a los pacientes la necesidad de incorporar hábitos saludables que se alejen del tabaco, ya que incluso el humo del cigarrillo contiene hasta 70 sustancias tóxicas para la salud, de las cuales 40 tienen efectos cancerígenos, y ahora se sospecha que puede contribuir al contagio del coronavirus”.
Asimismo, señaló que los fumadores añaden a los riesgos del contagio la posibilidad del autocontagio a través de la manipulación de la mascarilla para fumar, lo que hace que hasta en más de 300 ocasiones tengan que subir y bajarla “con el riesgo que conlleva tocarse la cara y las manos”.
Cierlitzka señaló que la pandemia puede ser “una oportunidad” para acelerar la decisión de dejar el tabaco, y aunque reconoció que en situaciones de estrés laboral o profesional es difícil asumir este cambio “es importante poder dar un paso al frente en beneficio no solo de la salud individual, sino de la de todos los que nos rodean”.
