El pasado jueves ‘se consumó’ el ‘Pacto de la vergüenza’ entre el PP de Feijóo y Mañueco con la ultraderecha de Vox. El PP no ha querido un acuerdo con el PSOE para gobernar en solitario con el único condicionante, siguiendo con las pautas que se utilizan en toda Europa, de impedir que la ultraderecha llegue al gobierno de las instituciones. Han demostrado que su única opción de gobierno de futuro en muchas instituciones es arrodillarse ante la ultraderecha de Vox y plegarse a sus peticiones a cambio del poder. Por cierto, vaya estrategia nefasta de adelantado electoral.
Mañueco ya ha conseguido el dudoso honor de ser el primer presidente popular europeo en permitir a la ultraderecha que ostente la presidencia de un parlamento (por cierto, el nuevo presidente de las Cortes con el aval de dejar en la ruina al Club Balonmano León) y forme parte de un gobierno después de 44 años de la llegada de la democracia en España. Ha bendecido un gobierno ‘popular-fascista’ o ‘popular-franquista’ en Castilla y León. Hasta el propio líder del PP europeo, Donald Tusk, ha recriminado este pacto y el blanqueo de un partido xenófobo, racista, machista, antieuropeo, neoconservador y autárquico en lo económico, negacionista, clasista, generador de bulos, discursos de odio y manipulaciones continuas.
Resulta patético comprobar cómo dirigentes del ‘nuevo PP’ y sus afines mediáticos tratan de negar la evidencia de que Vox es un partido de ultraderecha, blanqueando e intentando generar un discurso de normalidad ante lo que en los medios de comunicación europeos califican como una nefasta noticia.
Algunos deberían aplicarse la moraleja de este poema antes de que sea demasiado tarde para todos
El pastor luterano Martin Niemöller alertaba en uno de sus poemas más famosos, de la indiferencia que suponía negar o blanquear los efectos de los nazis en Alemania, manteniéndose en silencio ya que parecía que no iba con esa persona, hasta que se quedó sólo y sin nadie que pudiera protestar. Algunos deberían aplicarse la moraleja de este poema antes de que sea demasiado tarde para todos.
La situación económica marcada por la invasión de Putin en Rusia (vamos ya por tres semanas) es sin tapujos complicada en las familias por los efectos del aumento del coste de la cesta de la compra, debido al precio prohibitivo de los carburantes y la energía. El acuerdo de la Cumbre de Presidentes en La Palma durante el fin de semana es una buena noticia, que traslada unidad y responsabilidad. Pero apoyando sin dudas, la necesidad de toma de decisiones que reduzcan de forma evidente estas facturas me parece populista y demagógica la ‘jaula de grillos del PP’.
Ayuso sin rubor, propone eliminar todas las medidas de Igualdad, lo que supondría eliminar los permisos de maternidad y paternidad, la Educación infantil de 0-3 años pública, entre otros avances sociales. Y Feijóo, que comienza con mal pie, pide rebajas de impuestos, pero ignora a sabiendas que las Comunidades Autónomas reciben el 100% de la recaudación del impuesto sobre la electricidad y el 58% del Impuesto sobre Hidrocarburos, para financiar el estado del bienestar, además de los ya rebajados por el Gobierno.
¿Realizarán ese esfuerzo de pérdida de ingresos para ayudar a la ciudadanía?
¿Realizarán ese esfuerzo de pérdida de ingresos para ayudar a la ciudadanía? Más bien lo contrario. Por cierto, cuando además fueron gobiernos del PP los que aprobaron el Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica, el Impuesto Especial sobre la Electricidad, el ‘impuesto al sol’, el canon hidráulico y subieron el IVA de la luz al 21%. La cumbre europea del 24 y 25 de marzo debe de aprobar que se desacople el precio del gas al de la electricidad y consumar la propuesta española de ayuda a la gente y el Consejo de Ministros del 29 aprobar el Plan nacional. Las medidas para el sector agrario ya aprobadas son el camino.
(*) Diputado del PSOE por Segovia.
