El día del patrón de los profesionales taurinos, San Pedro Regalado, no aguardó el mejor escenario en Las Ventas para dicha cita por el variado carrusel de uteros que llegaron a salir por chiqueros y por el largometraje de festejo que se vivió. Sin embargo, la primera novillada de la Feria de San Isidro terminó de destapar al aragonés Aaron Palacio, que, tras varias destacadas actuaciones en el comienzo de la temporada, en su debut en la primera plaza del mundo cortó una oreja dentro de una tarde en la que destacó por su concepto y actitud, la claridad de ideas y su capacidad. Todo aderezado con un sello muy personal. Completaron la terna Sergio Sánchez y Javier Zulueta, con buena disposición pero sin opción a mayor lucimiento, en una tarde en la que salieron dos sobreros fruto del justo comportamiento del encierro enviado por la casa Alcurrucén.
Tuvo que salir un sobrero, del mismo hierro titular, en el segundo turno, un ejemplar colorado que en otra plaza hubiera pasado por toro, al que Palacio intentó torear a la verónica con decisión. Tras empujar en el peto del percherón, Zulueta intervino en quites, donde dejó una asolerada media. Astado pronto y con el tranco de la camada Núñez, con el que el zaragozano mostró su disposición y las artísticas formas que posee con certeza. Confiado y seguro, Palacio enganchó las embestidas con conocimiento, aunque el trance menguó sin un lucido final al derrotar el burel en la salida del muletazo y dar síntomas de rajarse.
Destacó la actitud de Palacio, que al segundo de su lote recibió con una larga cambiada. Se vio las caras con otro novillo colorado, algo justo de cara, que apenas fue picado en varas. Inició la faena de muleta de rodillas en el tercio, dando el mentón al astado de Alcurrucén. Tuvo transmisión, nobleza y cierta codicia el ejemplar, dentro de unas telas de corte clásico. Capacidad, entrega y empaque fueron las armas de Palacio para firmar una seria e importante actuación, con naturales de impronta, ante un buen novillo para cortar la única oreja de la tarde.
SERGIO SÁNCHEZ
Abrió la tarde un novillo degollado y alto de agujas frío de salida, que no se empleó en los capotes -una característica propia del encaste Núñez- y tampoco en el caballo. Sánchez calibró sensaciones con un quite por saltilleras y el ejemplar de Alcurrucén fue entrando en la lidia tras el turno en banderillas, donde el subalterno Manuel Larios protagonizó una solvente actuación. El extremeño se fue a los medios, donde el viento también jugó su papel, para iniciar la faena de muleta por estaturios, buscando la pureza y la quietud. El novillo pedía dominio y control en las muñecas y en las distancias, para bajarle la mano y embrocar su embestida desde el hocico. El pacense dejó algún natural estimable dentro un trasteo de escarpado y un cierre por bernadinas de valor seco. Remató de un espadazo más efectivo que ortodoxo.
El extremeño lidió otro novillo de Alcurrucén, siendo el segundo de su lote un animal bajo que resultó ser una escalera de embestidas. Voluntad de Sánchez sin brillo.
JAVIER ZULUETA
Otro sobrero salió en tercer lugar, un novillo de la divisa de Montealto (encaste Domecq) enmorrillado, hondo, corto de cuello y algo acapachado, que se empleó con fuerza en el picador. A pesar de que presentó una condición mermada por un topetazo en un burladero, el animal tuvo un buen comportamiento en los primeros trances, con el que Zulueta dejó detalles, sobre todo por bajo, aunque la faena no terminó de coger vuelo.
Cerró la tarde un novillo fin de hechuras que no rompió. El sevillano estuvo dispuesto y dibujó ciertos detalles de buen toreo, pero la faena no fue a más. La valió a Zulueta para ganar en confianza y finalizar de un buen espadazo. Los novilleros y las cuadrillas abandonaron el albero venteño a eso de las 21.40 horas.
FICHA
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Cuarto festejo de la Feria de San Isidro. Más de tres cuarto de entrada: 19.776 espectadores. Novillada con picadores, con utreros de Alcurrucén (segundo bis), parejos de presentación y de pobre juego, a excepción del buen quinto; y Montealto (tercero bis), mermado.
Sergio Sánchez, silencio (aviso) y silencio.
Aarón Palacio, palmas y oreja.
Javier Zulueta, silencio y silencio.
