El 6 de diciembre de 1985, la ciudad de Segovia y su emblemático Acueducto romano fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este reconocimiento destaca su riqueza cultural y monumental, además de su importancia histórica como testigo de diversas etapas y civilizaciones, desde la época romana hasta la gótica. Ayer, la ciudad conmemoró el 39 aniversario de este logro que la posiciona como uno de los destinos culturales más destacados del mundo.
Generalmente eran monumentos individuales los que se declaraban Patrimonio Mundial, pero en aquel año 1985 fueron tres los conjuntos históricos que recibieron este reconocimiento: Segovia, Ávila y Santiago de Compostela.
En el caso de Segovia, la declaración incluía ‘La Ciudad Vieja y su Acueducto’. El monumento romano ya contaba con la declaración de Monumento Histórico-Artístico desde el 11 de octubre de 1884, un reconocimiento importante también atribuido únicamente a los monumentos más emblemáticos. Jugaba también a favor de la ciudad la declaración de Paraje Pintoresco el 23 de abril de 1947, que reconocía el valor histórico, patrimonial y natural del ‘conjunto arbolado y alamedas’ de los valles del Clamores y el Eresma.
Desde el año 1983, un año después de que España se adhiriera al convenio de la Unesco, ya se había presentado un listado con un centenar de monumentos susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial entre los que se encontraba el Acueducto de Segovia. Fue la Unesco la que recomendó al Ministerio de Cultura que Segovia hiciera una propuesta no sólo de su Acueducto, sino de su conjunto histórico.
VÍDEO CONMEMORATIVO
El Ayuntamiento de Segovia se felicitó por este aniversario con un vídeo en el que el alcalde de la ciudad, José Mazarías, destacó no sólo las bondades de la ciudad con sus monumentos y sus calles, sino también “por sus gentes”.
Desde 1993, Segovia forma parte del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, una organización que reúne a 15 localidades con el objetivo de proteger y promover su legado histórico y cultural. Este grupo trabaja en proyectos comunes, intercambio de experiencias y la creación de políticas sostenibles para garantizar la conservación de estos sitios excepcionales.
Estas ciudades españolas son Alcalá de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Eivissa, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda.
